Entre tantas indefiniciones, quienes nos hemos formado en Ciencias de la Comunicación compartimos una certeza: imposible delinear un perfil único, inmutable, concluyente. Pero en vez de horrorizarme, como tantas otras veces, ante la obligación de trazar mi “perfil” (así, en singular), prefiero, antes que caer en la obvia ocurrencia de describir la fotografía de mi credencial, dejar que las etiquetas bajo las que clasificaré mis escritos muestren por sí solas la pluralidad de temas y enfoques hacia los que me “perfilo”.
ETIQUETAS
Videosfera: Intento por convertir el vistazo efímero al que invita el universo visual actual en una mirada más reflexiva y detenida sobre las imágenes que producimos y consumimos.
Relatos reciclables: Apuntes sobre narraciones y mitos (desde cuentos clásicos hasta monstruos fílmicos) que se disfrazan, se transforman y se reinventan en nuevas historias, expresiones y acontecimientos.
Scrabble: Propuesta lúdica y recreativa que tiene en las palabras su materia de juego: asociaciones, indagaciones sobre sonidos y sentidos, potencialidades combinatorias entre letras… En definitiva, palabras sobre las palabras.
La Mar en coche: Cubículo de opiniones y pensamientos aleatorios donde se vehiculizan temáticas variadas y cotidianas que no hallan ubicación en mis restantes columnas.
Historias de la belleza: Exploraciones que actualizan el sentido originario de la palabra “persona” (“máscara”), al recorrer algunas maneras de adornar, enmascarar y presentar (o representar) el cuerpo.