sábado, 26 de noviembre de 2011

"Viru viru" tu madrina

Ministro de Educación Ricardo Ehrlich - presidente José Mujica
Es una lucha interminable. ¿Ciencias “duras” o ciencias “blandas”? Esta distinción no me atrae mucho: la considero anticuada. Sin embargo, ahí está, en nuestra sociedad, tambaleando y molestando a todos aquellos que quieren estudiar una ciencia social sin saber si eso estará bien o mal.

La educación recorre la agenda mediática hace varios meses. Es en ese contexto que se escuchan voces fenomenales hablando sobre el tema, pero también se escuchan desastres académicos, por así llamarlos.

El pasado miércoles 23 el diario Últimas Noticias dio cuenta de buena parte del discurso que dio el presidente José Mujica en el Foro de Innovación de las Américas en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay.  Allí el presidente dijo: “así como somos afectos a las letras y a todo lo que es ‘viru viru’, poco afecto le hemos tenido a las matemáticas, a la física y a la química”. 

Esta no es la primera vez que Mujica se refiere a las ciencias humanas con un tono tan despectivo. A inicios de marzo de 2010, cuando asumieron las autoridades de la educación del actual gobierno, el presidente destacó en su discurso la necesidad de fortalecer el desarrollo de las disciplinas científicas y reclamó que no se le siga dando “bombo” a “un país de ‘viru viru’”, en referencia a las humanidades. “No se puede sacrificar oleadas de jóvenes que inocentemente van a estudiar Ciencias de la Comunicación. No se puede construir algo sólido si no se hace en derredor de las matemáticas y las ciencias”, afirmó el primer mandatario.

Estas dos declaraciones de Mujica no solo no fueron felices, sino que desbordaron ignorancia. Podría hablar de la gran importancia que tienen las ciencias sociales para la humanidad, pero eso sería entrar en una discusión epistemológica que no está dentro del objetivo general del presente artículo (la idea no es hacer pelear a la matemáticas contra la filosofía). Prefiero detenerme en la tremenda situación que implica que un país tenga un presidente que, no solo critica a las “letras” como área de estudio, sino que las insulta. Por si no quedó claro, el hecho de que Mujica se refiera a las humanidades como el “viru viru” de la educación, es un escupitajo a las Teorías de la Interpretación de Umberto Eco, a los análisis antropológicos de Claude Lévis-Strauss o por qué no también, a los estudios de historiadores como José Pedro Barrán o la tan destacada Ana Frega.

Quizá suene un poco dramática mi opinión, pero recuerden que se le cuestionó al director General del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez, por difundir un video de una directora retando a un grupo de estudiantes, sin tener en cuenta que él no es un ciudadano común, sino que es una figura relevante de la educación y que no puede manifestar su opinión en esos temas sin que ello tenga consecuencias. En ese sentido, también Mujica debería tener presente su cargo antes de opinar y de escupir lo primero que le viene a su cabeza, y mucho más en temas vinculados a la educación.

El presidente no debería olvidar que si a los jóvenes que ingresan al mundo universitario no les atrae la matemática o la química no es culpa de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación o de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. El problema está antes, en Primaria y Secundaria.

martes, 22 de noviembre de 2011

Mastropiero y la epistemología

Temo arruinar el siguiente segmento diciendo pavadas antes de presentarlo; porque arruinar un chiste es relativamente sencillo en comparación a realizar uno. La cuestión es que les paso un video que encontré gracias a los colegas de Youtube y después dejo alguna mínima consideración.


Acaban de ver y escuchar - Dilema del amor (cumbia epistemológica) compuesta por Iohan Sebastian Mastropiero e interpretada por Los Brillantes todo dentro del espectáculo Lutherapia de Les Luthiers.

Esto es lo que están haciendo Les Luthiers más cercanos en el tiempo y me pareció interesante descubrir algo nuevo de ellos en vez de recurrir a los clásicos (aunque no descarto algún día invocar a Esther Piscore, Cantalicio Luna o Gunther Fraga)

Como no quiero ponerme a filosofar sobre la metodología del humor o epistemología del humor (tenía que hacer ese chiste por lo menos una vez) quisiera resaltar como el resultado tan humorístico no quita que todo lo que se diga sea cierto y profundo. 
Y la reflexión es la consiguiente: si ciertamente cuando empieza a ser un espectador consciente y crítico hay ciertos placeres que decrecen (uno se ríe con menos cosas), esto es algo feo partiendo que somos el único animal que ríe (junto a la hiena). Pero por otro lado una llega a distintos niveles de placer (el goce no es solo la risa es la profundidad de la risa).
¿Es verdad tan apreciación? ¿Es más graciosa la cumbia sabiendo de epistemología y del estructuralismo?

Miremos de vuelta el video y contestemos o mejor aún miremos el vídeo y disfrutemos.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Pearl Jam en Argentina - Still processing it...

¿Cómo empezar? El domingo pasado se presentaron los Pearl Jam en el Estadio Único de La Plata, eso ya lo saben. 
Seguramente también leyeron y escucharon que estuvo increíble. Pero no. Fue más que eso.


Nunca experimenté semejante conexión entre el público y la banda. La entrega de ambas partes fue indescriptible. Tanto los PJ como la gente, cantaron, saltaron, gritaron y lloraron durante dos horas y media. Nunca había sentido tanta emoción con una banda, y según el bajista, Jeff Ament, los Pearl Jam nunca habían sentido tanta energía de parte del público. El día después del show, publicaron esta foto, con este texto. 



“From the stage, the best crowd/show of all time, an acid trip of Argentinian passion. Hard to explain not only what we were seeing but what we were feeling….first time in a long time that I couldn’t sleep after a show. Still processing it….–Jeff Ament”.

En la previa se palpitaba un clima muy raro, entre ansiedad y relax. Había gente que entraba corriendo, mientras unos cuantos estaban sentados en el cantero de la avenida 32, tomando una cerveza, fumando, comiendo una "paty" o un "chori", muy tranqui. Adentro del estadio (que estaba alucinante, dicho de paso) cada persona estaba en su lugar, esperando el show. En el campo delantero había bastante espacio. Me imagino (y escuché por ahí) que fue una petición de la banda como medida de precaución para evitar que vuelva a suceder lo que pasó en Roskilde del año 2000. 

A las 19:15, muy puntual, subió al escenario la banda invitada: "X". Escuchar una banda de punk californiana de los '70, nunca es una mala experiencia. Con un set compacto y potente, le hicieron pasar un buen rato al público argento. En su última canción se subió un invitado, el bajista de la banda lo presentó como "un amigo, muy amable, muy fuerte, muy rico, muy suave: Eddie Vedder". Ver antes de lo esperado al Eddie fue muy zarpado. La gente se fue toda para adelante y dejó su lado racional de lado, querían ver de cerca a su ídolo. Los X se despidieron y dejaron a la gente prendida fuego. 

Foto de Tomás Correa Arce

Después de una hora de armado, se apagaron las luces y comenzó el mejor toque de tu vida. Sonaron los primeros acordes de "Release" y todos entramos en transe. 
Después de sumergirnos en ese clima tan elevado, nos patearon la cara con un demoledor "Go". Distorsionado, frenético y con toda la energía contenida de la gente que comenzó a expandirse. Esos climas sucedidos por un golpe de distorsion se dieron a lo largo del toque, como para decir "lo admitimos, somos sensibles, Pero también te podemor a romper la cabeza, viejo". Vino "Corduroy", "Hail Hail", "Given to Fly" y tanto yo como la gente que tenía al lado, no dábamos crédito de lo que estábamos viviendo. 

Cada tema era cantado como si fuera un himno, todos al unísono y al compás de la música. Momentos con alto contenido de pogo fueron "Even Flow", "Jeremy", "Do the Evolution", "Lukin", "Porch", "Given to Fly", "I belive in miracles" (de los Ramones), "State of Love and Trust", "Better man", "Rockin' in the Free World" (de Neil Young) y "Alive". 
De alto contenido emotivo fueron "Release", "Elderly Woman behind the counter in a small town", "Just Breathe", "Garden", "Last Kiss", "I belive in miracles", (de vuelta sí, fue como que todos se empujaban con los ojos encapotados), "Given to Fly" (lo mismo), "Smile", "Mother" (de Pink Floyd) y Yellow Ledbetter.
En mi opinión el clímax de la emoción fue "Black". Todos dejamos la garganta gritando "¡¿Guaaaaaai, Guaaaaaai, Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaiii!?!?!?!" y todavía no escuché a nadie que haya admitido no haber llorado un poquito ahí. Cuando terminó el tema, la gente saltó y cantó como si Pearl Jam fuera el cuadro de fútbol de sus amores, durante todo el tiempo que la banda lo dejó. Los Pearl Jam miraban y, como nosotros, tampoco daban crédito de lo que estaban viviendo.

Tocaron treinta y tres temas, dos horas y media de show. Terminó el toque con Yellow Ledbetter, enganchando el final de con un pedacito de "Little Wing" de Jimmy Hendrix. QUÉ MÁS QUERÉS PAPÁ!!!!!!!! 

Sin pirotecnia. Sin pantallas, ni papelitos de colores. Solamente 6 tipos arriba del escenario. Rockeando, saltando, sudando la camiseta. Tocando a todo volumen, los temas que 60 mil almas querían escuchar. 

Lo pasó ahí fue real. Parecía un producto de nuestra imaginación. Pero no.

Los dejo con algunos videitos.