Cuando todos esperaban que a esta altura del año comience la “bajada” (como define el programa radial “Justicia Infinita” a esta época), cuando todos piensan en las costas de Uruguay, cuando la mayor preocupación del montevideano promedio es saber si se puede coordinar la licencia con el resto de la familia o con los “amigos de verano”, cuando ya se palpita el calor, no me queda más que bajarlos a tierra y contarles todo lo que pasa en este bendito país. Bueno, todo no. No tengo tiempo ni espacio (ni tanta información) para acaparar la totalidad de hechos que hacen al Uruguay. Por eso les propongo atender un tema de interés general y del que no podemos ser ajenos.
¿Maleducados o mal aprendidos?
“Educación”, señores. Eso es de lo que más se habla en estos tiempos. ¡Enhorabuena! Bienvenida sea la discusión. Repasemos entonces este asunto: en uno de los primeros discursos de José Mujica como presidente de Uruguay, el mandatario prometió “educación, educación y educación”. Esa tríada daba para pensar que el gobierno se iba a ocupar de la educación, ¿no?
El Poder Ejecutivo se levantó una mañana y se enteró que las pruebas PISA habían dejado al descubierto algunos problemas educativos que debían ser atendidos de inmediato. Oposición va, oficialismo viene, al tiempo se reunían para ver cómo lo solucionaban. Meses después, la directora más famosa del Uruguay, Graciela Bianchi, anunció que tenía pensado tomar medidas con el plan de estudios del Liceo Bauzá, independientemente de lo que el Consejo de Educación Secundaria (CES) dispusiera. Algunos la apoyaron y otros la criticaron, pero a ella poco le importó.
También se supo que desde la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República se reclamó al CES que los estudiantes que recién ingresaban a la educación terciaria “científica” no podían pasar las pruebas que la Facultad les ponía a principio de año. Otro dolor de cabeza para las autoridades.
Silencio, gente en obra
Mientras todo esto ocurría, el nacionalista Daniel Corbo, integrante por la oposición del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional Pública (ANEP) redactaba un nuevo programa educativo denominado “Promejora”. Este plan, en breves líneas, permite a los liceos que suscriban a él (no es obligatorio) realizar modificaciones a su plan de estudio durante un año mientras son sometidos a una estricta evaluación de la ANEP. La idea es visualizar de dónde y hasta dónde van los centros con los cambios que propongan. Todo en el marco de experimentar y buscar salidas a los malos resultados académicos de los jóvenes uruguayos que reflejan las pruebas.
Este plan generó un profundo rechazo de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, quienes entienden que se pretende que los liceos compitan entre sí. Los docentes también entienden que con el Promejora se va hacia un modelo de educación Chilena. A su vez, Secundaria también reaccionó ante este proyecto: entre otros argumentos, explicaron que los planes de estudio, según la última ley de Educación, sólo pueden ser establecidos por Secundaria.
Daniel Corbo - CODICEN |
Lo que pasó y lo que pasará
Recientemente se celebraron varias reuniones entre Secundaria y el CODICEN en busca de acuerdos sobre este punto. El primero quiere que el Promejora se modifique y que intervengan en su nueva redacción todos los actores de la enseñanza. El segundo aceptó eso pero sin el apoyo de Corbo. El nacionalista presentó una contrapropuesta que permite la intervención de otros actores, pero que no modifica el Promejora. Ayer viernes, a última hora, se anunció que hoy sábado se firmará un acuerdo entre Secundaria y el CODICEN sobre este asunto.
Según informa el diario El País, el documento que se firmará hoy es el resultado de una síntesis entre las diversas propuestas. El CODICEN promete atender la opinión de los docentes, al tiempo que se acordó extender el plazo para que los liceos se puedan anotar en el Promejora. Siendo más claro: van a estudiar modificaciones al plan, mientras piden a los liceos que se sigan inscribiendo.
Si el Promejora es o no la salvación de la crisis educativa en Uruguay, lo pueden responder los expertos en esta materia. El problema es cuando esos expertos no se ponen de acuerdo. Lo lamentable de todo esto es que mientras ellos discuten, 4 mil jóvenes no terminarán las clases este año por los altos índices de deserción estudiantil.