sábado, 4 de junio de 2011
Clave mediática
Sobre las artes de la simulación
Mientras terminaba el post anterior, pensando las cosas buenas del verano pasado, concluí que respecto a las lecturas dentro de lo mejor que había encontrado estaba una antología de cuentos de Anton Chejov. Tal vez más conocido en su faceta dramatúrgica (“El jardín de los Cerezos”, “Tío Vania”, “Las tres hermanas”…) fue también creador en cientos de oportunidades de páginas dentro de, a mi entender, el formato más perfecto de la literatura.
En la selección con la que me encontré (alrededor de cincuenta cuentos) destacaba “La dama del perrito” y “La cerilla sueca” como parte del título del volumen, sin embargo haré breve referencia a otra pieza: “El arte de la simulación”. La historia podría sintetizarse (ajena a otra contemplación que no sea pragmática con el argumento) en el engaño que un viejo terrateniente devenido campesino ejecuta contra la generala del pueblo que es también una especie de doctora improvisada a la que acude la gente. El sr. Kuzmich “curado” se apersona no solo para agradecerle entre lisonjeros halagos frente a todos los que esperaban ser atendidos sino también para “molestarla” viendo si con sus extraordinarias capacidades también podía ayudarlo en su miseria (le pide una vaca, que le ayude a arreglar su casa y con la educación de su hija). Yéndose con lágrimas en los ojos pierde un papelito que luego abre la generala viendo en las pastillas con las que supuestamente se había curado días atrás. Más tarde la generala discurre en soledad “sobre una nueva verdad que empieza a roer su corazón. Una mala verdad. ¡La de la hipocresía humana!”
Sin dudas una pequeña historia como esta te puede llevar la cabeza para cualquier lado, una y otra vez me he preguntado si esa clase de engaños no son el máximo riesgo de falsedad indolente en la persuasión que no deja nunca de parecernos tan atractiva. ¿Tanto nos gusta hacer creer a los demás que los necesitamos para luego aprovecharnos de ellos? ¿O dejamos que se aprovechen de nosotros para acentuar su deseo (a veces muy cimentado en la realidad) de acrecentar su dominio? Todo suena peligrosamente seguro, yo prefiero despedirme hasta el miércoles creyendo que se puede no mostrar todos los aspectos de las cosas y se puede reservar para uno ese margen de indefinición.[1]
viernes, 3 de junio de 2011
Como te expreso una cosa te expongo la otra
Uruguay es gobernado por el Frente Amplio (FA) y no por el Partido Nacional (PN), el Partido Colorado (PC) ni, mucho menos, el Partido Independiente (PI). Ahora bien, al preguntarnos sobre cuál es la principal fuerza de oposición, resultaría evidente afirmar que son los nacionalistas o los colorados (aquí ya ni me refiero al PI). Pero si analizamos los hechos detenidamente a lo largo de este año y medio del gobierno, presidido por José Mujica, vemos que las cosas no son tan así y que hay un nuevo gran opositor a este gobierno, un crítico de peso del actuar de esta coalición de izquierda. No es Asamblea Popular ni la Asociación Rural del Uruguay. Tampoco me refiero a grupos de militares retirados. La principal figura de oposición a este gobierno frentista es el mismo FA.
Fue el mismo presidente Mujica quien en reiterados discursos afirmó lo que aún le resta por hacer al gobierno, resaltando que deben “bajar más la pobreza”, “mejorar la educación”, entre otros puntos. Por momentos, casi que parece criticar su propia gestión.
Ni que hablar que fue un legislador frenteamplista quién echó a perder uno de los proyectos con los que más se identificó esta fuerza política: desaparecer del sistema jurídico uruguayo los efectos que generó y genera la Ley de Caducidad. Pero de ese capítulo no solo participó el diputado Víctor Semproni. El mismo Mujica, acompañado del vicepresidente Danilo Astori y hasta del ex mandatario, Tabaré Vázquez, vieron conveniente que ese proyecto no progresara. A su vez, el plenario del FA mandató a sus legisladores a tomar una decisión que iba en contra del planteo del presidente.
Referirme al FA como su propia oposición no es más que un modo de entender que en la política no hay grandes verdades. Esto también le pasa al PN, donde las diferencias entre los senadores Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga son cada vez más notorias. El PC logró encontrar la unión en la recolección de firmas para bajar la edad de imputabilidad, pero también afrontó duros debates internos. Mientras tanto, el PI no cuenta con tanta participación como para entrar en contradicción.
Ricardo Iorio: alta baraja
jueves, 2 de junio de 2011
Pinotron
Laura Sandoval |
Palabras para pasar tiempo
Pero un verano no me contenté solo con resolver crucigramas. Quería crearlos. Saciar mi inagotable apetito crucigramático inventando pasatiempos sobre servilletas o viejos cuadernos.
Sí, era como jugar un solitario en el que vemos todas las cartas, o desatar una batalla de ajedrez con uno mismo, pero además de desafiarme a completar mis propios crucigramas, me regocijaba pensar que si me entrenaba, tal vez, podría tener una fuente de trabajo formulando pasatiempos para las revistas Quijote o Jocker.
Lejos de ofertas laborales, lo que obtuve fue dolores de cabeza de tanto pensar cómo lograr que todos los cruces de letras formaran palabras con sentido (aunque fueran apócopes, nombres propios, ciudades, términos extranjeros o iniciales). Y obtuve, también, la confirmación de que mis pasatiempos de verano no están a la altura de una saludable e hilarante vida socio-juvenil. Pero, al menos, ahora juego al scrabble con mejores herramientas.
miércoles, 1 de junio de 2011
Ese tema del verano (Parte 2)
Y de Repronto reflexiones
Entonces en esa orgía de lo consumible queda poco lugar para lo pensable. Televisión Nacional apostó (como lo viene haciendo por otros lados) por “hacer filosofía” (otro día explico las comillas) en TV con Prohibido Pensar de Sandino Nuñez, sin embargo falta que corra agua bajo el puente para que este tipo de formatos sean tendencia.
Por suerte hay una nueva caja boba que no le debe tantos favores al dinero. Ahí nos encontramos con Reflexiones de Repronto, una mezcla de videolog y programa de crítica cultural de corta duración, en la que un españolito (el Dr. Repronto) se despacha algunas reflexiones con una serie de elementos de la cultura pop. Formato que según dicen inspiró al local Prohibido Pensar, Reflexiones de Repronto es un ejemplo de que se puede resolver con pocos recursos un producto de búsquedas interesantes. Ni genialidad ni mamarracho, ni Infierno ni Paraiso, muy recomendable.
martes, 31 de mayo de 2011
Al Botox de la botoxera, chin pum fuera
No nos detendremos en las evidentes impugnaciones éticas de las acciones de esta señora de Birmingham (a quien ya le quitaron la patria potestad, aunque creo que debido al uso de Botox ilegal). La reflexión que se me despierta transita otras sendas, que vienen a colación para estas Historias de la Belleza y que desembocan, precisamente, en la misma noción de belleza. Y la belleza engarzada a su eterna socia: la juventud.
Ruy Ramírez |
Érase una vez en la costa
Ruy Ramírez |
lunes, 30 de mayo de 2011
La verdad detrás de todo
Por las dudas comprá todo amarillo
Fotografía: Ruy Ramírez |
domingo, 29 de mayo de 2011
“Songs for the deaf”, by Queens of the Stone age (o si no, “Canciones para los Sordos”, por Reinas de la Edad de Piedra)
Momento de gloria
Foto: Laura Recalde |
El partido fue un éxito deportivo. El equipo favorito ganó, tal cual estaba previsto. Demostró destreza, trabajo en equipo y buena dirección. El estadio repleto. Miles de personas festejando, gritando al punto de desbordar la capacidad de sus gargantas. La alegría estaba presente aquella tarde de futbol. Y ahí estaba él, la estrella de la tarde, el mejor jugador: había hecho el gol de la victoria.
Durante los 90 minutos de partido este jugador no paró de demostrar calidad, de lucirse con la pelota, de generar oportunidades de gol y dejar en evidencia la inferioridad del equipo adversario. Se decía que varios directivos de algunos equipos europeos habían venido a verlo jugar. Definitivamente se trataba de alguien especial.
En medio de ese momento de alegría este gran jugador quedó solo un instante. Era el momento adecuado para entrevistarlo, y de ese modo ganarle al resto de los periodistas deportivos que allí estaban. Micrófono en mano y en compañía del camarógrafo, el periodista se acercó, era su hora de gloria. Levantó el micrófono, la luz roja se prendió, lo tenía, le preguntó: ¿Qué sentiste cuando hiciste el gol?
Ahora, déjenme entender algo. ¿Eso le preguntó? ¿Eso? ¿Qué sintió cuand…? Perdón. De ahora en más les hablaré cada tanto sobre el Parodismo (y no periodismo) Deportivo.
Los vaqueros sin pistola
En este punto hay rotundas diferencias respecto al varón. De todas maneras, es arena de otro costal que pronto revolveré.