miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Una más para atender? (la cuestión con ciertas amigas en clave autobiográfica, espero que humorística para uds.)

A veces creo que soy solamente una presencia “semiausente” - pero solo para la vida de los demás como amiga, me quiero mucho más que solo para creerme un espectro-  una gran actriz de reparto como Judi Dench o Eva Marie Saint. Mis otros yo, los no-amigos de naides ya son otra cuestión.
Nada más distante que cierto tipo de amistades, en mi caso casi todas, y yo siempre bien, todo bien como siempre. “Sí, obvio que estamos en contacto”, o mejor: “Dale llamame cuando quieras”, esa es mi frase  casi latiguillo. Por suerte no soy igual con los hombres, solo con mis amigas va la cosa, sino me iría realmente mal, es decir, sería el famoso “último recurso”.
Mi hermano que ha visto cómo se reproduce esta situación a través de los años me pregunta si no me jode que cada vez que una amiga se separa, o por algún otro motivo me precisa, tipo divorcio de padres, muerte de algún otro familiar o porque los demás no les dan bola, me llaman igual varias veces al día. Y yo le digo que no está mal, que es muy cómodo para mí ser ese back-up team concentrado en este pequeño cuerpecito, le cuento que ya tengo planificada la batería de acciones según el problema que se presente. Es decir, me siento orgullosa de ser la amiga repuesto, yo sé que a alguno de uds. queridos lectores les puede parecer un poco patético, pero soy más que la amiga repuesto, a veces me veo como un local entero de CYMACO pero con menos veteranos alrededor, jajaja.
No, en serio, ser consciente de esto está en mi mapa genético (a mis padres les sucede igual con ciertos amigos y lo viven con total naturalidad), mi autoestima estándar me indica que eso nunca me afectó y por eso quise compartir estas líneas con aquellos que sí se ven afectados por el tema. Mi experiencia como docente de enseñanza media, al menos como practicante, me hizo saber que esto es un problema para algunos, en especial para algunas, en particular en la adolescencia. Los hace sentir menos y no es así, ser menos dependiente del oído ajeno, es un privilegio en estas época del “estoy acá para que me mirés” o “necesito que alguien me escuche ya”.  A lo que uds. pueden responder: Entonces,  ¿qué carajo hacés con un blog?  Y yo les contaría que no sé, por algo será que no escribo hace meses.
¿Ustedes se ven de alguno de los dos lados con más frecuencia? ¿O es que solo soy yo que me tranco en esta nimiedad como para escribir esto?
En esas situaciones, sSé que película podríamos ir a ver al cine o sacar del archivo para entretenerse tiradas en el sofá, por cuál actor se les cae la baba, qué gusto de helado les gusta más, si prefieren galletitas o bizcochos para el mate, si parque o rambla, me fascina ir puliendo mi conocimiento de los detalles porque me hacen sentir más amiga de mis amigas. Después que se sabe eso, el resto viene más fácil, a alguno le puede sonar un poco “creepy”, como acercándose más bien a Jim Carrey  en “The Cable guy”, pero ni para tanto, es que un poco, la verdad, primero nos re-conocemos por esas cualidades más superficiales hasta llegar a lo importante: la música, la ideología política, etc. etc. 
Ser la amiga CYMACO es muy útil para mi vida, debo reconocerlo, porque es hacerme cómplice del recelo más profundo de un tipo de un culto exacerbado a la soledad solapada/privacidad. La mayoría de los que me conocen pueden decir que soy sociable, amena o que siempre tengo temas de conversación (como diría mi amiga Mona), lo cual es bueno. Es como pararme a conversar con una vecina acodada a la medianera durante años sin que ninguna de las dos conozca el interior de nuestras casas… es cómodo, porque al decir verdad saber más es un poco estresante, puede desgastar. Es entendible la corrosión de cierto tipo de vínculos, c’est la vie, hasta a veces de mí misma me harto –como le debe pasar a todos-, es decir, con el tiempo he averiguado cosas de esta persona que escribe que no tendría que haber visto jamás. Tal vez por eso es que tenemos docenas de conocidos que nos caen bien pero muy pocos amigos, menos de una docena, diez, menos de cinco, menos. Cada uno sabrá.
Pero como dice mi canción de hoy:  
If you're ever in a jam, here I am/ If you're ever in a mess, S-O-S/If you ever feel so happy, you land in jail; I'm your bail./It's friendship, friendship, just a perfect blendship./When other friendships have been forgot,/ Ours will still be hot.
If you're ever up a tree, phone to me./If you're ever down a well, ring my bell./If you ever lose your teeth, and you're out to dine; borrow mine./It's friendship, friendship, just a perfect blendship./When other friendships have been forgate,/Ours will still be great.

 Ir y volver, ser un poco paria de nuestra propia vida, querer que nos extrañen, o no, sentirse liberado, mis amigas ya saben que soy así y saben la mayoría del tipo de detalles que enumeré arriba, y cada tanto se aparecen en el portón o pegan un llamado, por eso me quieren con su ausencia, con su espacio.
 Les quiero, niñas. Feliz 2012. Si llegan a leerse en esta columna “carriebradshawesca”, no se cabroneen y si lo hacen “a tomar Fanta con Pelusita”, sé que vuelven con el caballo cansado (risita maléfica de caricatura, tipo juuuaaaajaaajaaa grave)



Cole Porter lo sabía todo y nos lo hizo saber en cancioncitas pegadizas, de la peli "DuBarry was a lady lady" junto a Lucille Ball (en su única canción no doblada en este film), Red Skelton, Virginia O'Brien, alguien más que no reconozco, y una de mis debilidades: Gene Kelly.

martes, 27 de diciembre de 2011

Buenas tardes, me gustaría tener una discusión

Buenas tardes, me gustaría tener una discusión. Ese es el nombre del presente artículo, el del video que pasaran a ver en breve y todos deberíamos decir: "buenas tardes, me gustaría tener una discusión" más veces al día. Si todos lo hiciéramos creo que viviríamos en un mundo mejor, porque decir: " buenas tardes, me gustaría tener una discusión" es abrir una puerta hacia la lógica propiamente dicha, la argumentación, la dialéctica intelectual y al pensamiento.

Fuera de la reflexión involuntaria sobre la necesidad del conflicto hay dos citas que me andan rebotando por el cerebro vacío. " La inteligencia es inversamente proporcional a la felicidad" y  "hay pocas cosas más graciosas que un pedo" la primera es de Lisa Simpson y la segunda se la escuche a Pedro Saborido y de la conjunción de ambas nace la pregunta. ¿hay humor en la complejidad o el humor es patrimonio de la simpleza?.
No se la respuesta de tal pregunta; pero la sensación es que a medida de que uno conoce el humor, uno se ríe menos. La sensación la extraigo del capítulo de los Simpsons  en que Homero se sacó un crayón del cerebro y así aumentó su I.Q. a un número de tres cifras. Lo cual provocó el goce de la literatura, no reírse en las pelis de Julia Roberts y una gran infelicidad.
La nueva pregunta sería: ¿es posible el humor sin crayón en el cerebro? y la respuesta vuelve a ser: no se. Posiblemente haya más humor con crayón pero también es cierto que hay humor en la complejidad.

Pues (y al fin y al cabo) les traigo un video del humor en la complejidad; un humor que reflexiona desde la lógica formal, la paradoja, la abstracción y sin perder risa. A continuación uno de los Monthy Phytons dice: "buenas tardes, me gustaría tener una discusión".   


viernes, 23 de diciembre de 2011

Playlist "Noche Buena con las Estrellas de #rwack" made by Medioramers :D

Humberto de Vargas, revolviendo un vaso de whiskey invisible.

El otro día, como no sabía qué escribir, se me ocurrió una idea. Abajo está el link con la playlist que se armó. Pa' bailar y decir que sí con la cabeza. ¡Recomiendo que pongan shuffle y se sorprendan! 
¡Gracias a todos los que compartieron sus canciones!  
Acá está dejo el link. Acá mirá. Acá abajo. Sí, dejá de leer y dale click :D

Enjoy!
 

Abrazos de gol.
KoLo.
 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La melancolía de Lars Von Trier

Hace unos pocos días ha llegado a mis ojos el último filme de quien supo ser uno de los niños mimados de Cannes y hablo en pasado porque a partir de esta obra se le complicó la cosa con el intelectualado francés. Realmente Melancolía[1] no le trajo problemas (no más que cualquier filme de Von Trier), lo que sí los trajo fue la conferencia de prensa posterior. Aunque  no es mi intención hablar del lío nazi (ya lo hice en el artículo políticamente incorrecto), creo que es necesario ubicar la repercusión del filme dentro de tales circunstancias.

Como dije en el párrafo anterior, he presenciado el filme en cuestión y creo que es lo mejor que vi del 2011. Si bien Medianoche en Paris[2] ha sido la vuelta del gran Woody, Melancolía tiene el potencial para entrar en las listas de los cursos de historia del cine; por lo tanto creo que es de esos filmes que además de entender  tienen la capacidad  de explicar su época. Son pocos los filmes que logran tal cosa porque también son pocos los que lo intentan. Si bien no es obligatorio intentar dejar algo sublime grabado en piedra con un filme,  hay que reconocer que el cine se predispone a la magnificencia. En este momento se me viene a la mente lo que decía el personaje de Daniel Day Lewis en Nine[3], parafraseo : "el cine cuesta mucho dinero, lleva mucho tiempo y mueve mucha gente; tiene que ser pretencioso".  En esto de ser pretencioso Lars  lo es mucho ya que siempre anda con una sonrisita de autoestima y regodeándose de su excepcional y vanguardista talento; pero pese a que se pasa de inteligente en esa pasada de inteligencia llega a resultados interesantes.
Fuera de la recomendación (que ya está dada) quisiera tirar un par de líneas que intenten justificar tal recomendación. Como ya dije, Melancolía explica su época y por lo tanto cuenta con un gran carácter alegórico, lo que lleva a que  - y tal como si fuera un filme Antonioni -  se pueda diferenciar lo que cuenta y de lo que se trata. Porque si alguien piensa que Melancolía tiene una primera parte sobre los problemas en una boda y una segunda sobre la destrucción del planeta ese alguien no ha podido escarbar más allá del cuento. Von Trier es un sujeto pretencioso y desde hace ya una década viene haciendo radiografías de la sociedad americana y ésta no es la excepción; al igual que en Bailarina en la oscuridad[4] o en Dogville[5], en Melancolía tenemos el retrato más podrido y cercano a los EE. UU y su manera de ser.
Un ritual de felicidad en donde todos festejan es de verdad el perfecto escenario para descubrir la miseria humana, cómo todos  nos preocupamos solo por nosotros sin darnos cuenta y cómo cuando todo acabe realmente no tendremos nada que decir o hacer. Eso es Melancolía, es la razón por la cual todo va a acabar  y el silencio de cuando todo acabe,  es la dura realidad  de darnos cuenta que no somos gente buena, que estamos solos y que todo va a estar mejor cuando no estemos.





[1] VON TRIER, Lars (2011) Melancholia
[2] ALLEN, Woody (2011) Midnight in Paris
[3] MARSHALL, Rob (2009) Nine
[4] VON TRIER, Lars (2000) Dancer in the Dark
[5] VON TRIER, Lars (2003) Dogville

domingo, 18 de diciembre de 2011

Noche Buena con las Estrellas de #Rwack


Hola :D 
Tengo una propuesta. Hagamos un set list para estas fiestas del fin del mundo. Para no tener que comernos esa lista de temas que pone Humberto de Vargas todos los años, ese random que tiene a Thalia, Chayanne, Luis Miguel y todas esas porongas juntas durante horas. 

¿Ya son las doce, Humberto?

La idea es que, entre todos, armemos una lista re copada para escuchar en estas fiestas. De lo que ustedes quieran. Me dicen, y el post que viene armamos el set :D
¿Les pinta?
Les paso unos temas que para mí tienen que estar.




sábado, 17 de diciembre de 2011

Welcome to Twitterland

Hace unos días tuve un inconveniente mientras trataba de subir una noticia al Twitter. Me quedé sin espacio.

Sucede que este medio de comunicación (así lo llamo yo) permite solo realizar publicaciones que no superen los 140 caracteres, lo que significa un problema si se lo quiere usar para informar de hechos complejos. Para que se hagan una idea, en estas pocas líneas que escribí ya superé largamente los 300 caracteres.

En mi caso utilizo el Twitter para subir noticias breves, como “Uruguay ya no integra la lista gris de la OCDE. Falta ver si se firma o no el acuerdo de intercambio de información con Argentina” (129) o “Mañana paran los médicos tanto del sector privado como del público. Denuncian incumplimiento de los convenios colectivos” (120). 

Este nuevo modo de difundir información puede ser muy útil (acceso rápido y sin vueltas a la noticia), pero también puede ser un gran enemigo. Usemos los dos ejemplos del párrafo anterior. En el primer twitt (así se le llama en la jerga) lo primero que podrían preguntar es sobre la “lista gris”. ¿Qué es? ¿Quiénes la definen? ¿Por qué Uruguay la integraba y qué significa que ya no la integre? ¿Y Argentina qué tiene que ver con todo esto?

Lo mismo en el segundo twitt. ¿“Incumplimiento de los convenios colectivos”? ¿Quiénes incumplieron los convenios? ¿Qué parte de esos convenios incumplieron? ¿Es necesario que paren los médicos? Son preguntas que surgen a golpe de vista si razonamos mínimamente lo que leemos. Algunos medios de comunicación como el diario El País o Montevideo Portal publican información en su Twitter pero le agregan un link que lleva al lector a otra página web donde puede leer un artículo más completo, donde se contestan –seguramente– todas las preguntas. El tema es que ahí ya no estamos en Twitter, sino en la web de El País o Montevideo Portal. Cambió el medio de comunicación, cambió el formato, cambió el mensaje.

Esa es mi inquietud: ¿cuánto modifica el contenido este contenedor? ¿El paro médico o la lista gris de la OCDE serán lo mismo publicado en mi Twitter que en cualquier sitio web de noticias o, incluso, en otro medio de prensa? Podríamos estimar que sí. Podríamos. Pero en mi twitt lo que importa es el paro médico, saber que mañana no habrá doctores para atenderme y listo. El lector es fugaz, entra, lee, se entera y sabe que mañana no perderá su tiempo en una sala con olor a productos desinfectantes. Sin embargo, en un extenso artículo de prensa, donde la información es desarrollada de otra manera, donde el lector se predispone –ya sea frente a su computadora o frente al diario– con otra actitud, la información puede ser procesada en profundidad, con más claridad y de manera más cercana a los hechos concretos. Noten que dije “más cercana”, y no dije “tal cual son los hechos concretos”.

Con este análisis no pretendo descalificar al Twitter como medio para difundir noticias. Pero lo que es claro es que si en el pasaje de información de un medio a otro se pierde (o modifica) el mensaje inicial –por ejemplo cuando un periodista tiene datos y los publica para que el lector se entere de ellos–, en el caso del Twitter eso se ve agravado. Los 140 caracteres resultan ser los inquisidores de la información.

En ese sentido, el periodismo que pretenda aferrarse a las nuevas tecnologías para no desaparecer tendrá que rever sus estrategias comunicacionales para no dejar que esta nueva "inquisición informativa" determine la pérdida absoluta del mensaje inicial. ¡Vaya tarea!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Guatusi. "Siempre vas a estar vivo si sentís, sino, ni ahí".


Ayer, después de mucho tiempo (MUCHO), fui a ver a Guatusi. Tocaron con Radical, festejando sus 7 años, en un show no apto para sensibles a la distorsión. 
Hacía tiempo que no veía un show con tanta fuerza acá. De verdad. Te partían el pecho. Los Radical a mil por hora y con unos graves que te hacían vibrar el cuerpo. Y los Guatusi con todo su repertorio para hacer gozar a "la tribu".

Nunca pude ver un toque de Guatusi sin hacer pogo. Es más fuerte que yo. Por más tranqui que esté en la previa, como ayer, siempre termino bailando de forma extrema todos sus temas, entreverándome en esa violencia hermosa que se genera cerca del escenario.
Lamentablemente, me enteré ahí, que ese iba el último toque de Guatusi por un tiempo. Decidieron hacer un parate, sin fecha de retorno estipulada. Pero ya tienen temas nuevos, y esperemos que su vuelta no se haga esperar demasiado.

Creo que lo que pasó con Guatusi, es otro caso de una banda uruguaya que lo tiene todo, pero que no es valorada como se lo merece. Como Elefante, como Bufón, como Chopper. Tremendas bandas, con carisma, energía, que hacen tremendos toques, tremendos discos y que no tienen ni repercusión masiva o mediática que tendrían si fueran argentinos, por ejemplo. No los valoramos. No compramos sus discos. Vamos a sus shows si tocan gratis, y sino, no. Y así, hasta desgastarlos y dejan de tocar. Después los extrañamos. Los valoramos. Compramos sus discos y recordamos con nostálgia sus shows.
Ayer en el escenario había una bandera que que expresaba el sentir colectivo de todos los que estabamos ahí: "sin Guatusi, nos falta un pedazo".  

martes, 6 de diciembre de 2011

Los 4 grandes

Hola. Mi nombre es Ruy y no Kolo, pero he decidido ocupar ésta columna de #rwack debido a que el video  que traigo en esta ocasión es más de la magnitud de #rwack; la magnitud del rock por lo tanto.
Calculo que cualquier rockero pendorcho adolescente alguna vez jugó a armar la banda ideal (el bajista de tal lado, el batero de allá con técnica de tal, pero con la fuerza de tal otro en tal disco). Es un juego clásico, una especie de Frankenstein que por lo general no sucede, pero  no podemos dejar de jugar. En tal juego todo tilingo metaloide pronunció las siguientes palabras: " Metallica, Megadeth, Anthrax y Slayer". 
Pues me alegro en decir que ese Frankenstein existió, fue el año próximo pasado y aquí les traigo la prueba llamada Am I Evil? que fue tomada desde Bulgaria.
Sin más prerrogativas los dejo con los 4 pilares del Trash Metal tocando juntitos como una gran familia.



lunes, 5 de diciembre de 2011

No es otra tonta película croata




Película croata, cortesía de imágenes de Google
bajo el rótulo de búsqueda "Croatia Movie"
A veces me siento un personaje de Sitcom. O peor, de una típica comedia americana, pero uruguaya. Otras, soy el personaje de una película independiente aburrida. Una película independiente aburrida de algún país centroeuropeo, Croacia, por ejemplo, tampoco vamos a tener grandes aspiraciones. Uno busca lleno de esperanzas y termina tornándose un cruel y tragicómico personaje de una película que todavía no se rodó. Una especie de copia del original inexistente (gracias, Jameson), un arquetipo individualizado de todos esos contenidos ficticios que ha consumido (y lo han consumido a uno) durante tantos años de mirar películas y series y telenovelas.

Voy llorando en el mugriento ómnibus 175 y la escena es de un polvoriento filme croata que tal vez pasarían en algún invierno en Cinemateca. Relato el episodio en el trabajo al día siguiente bajo el rótulo “conseguir que te den el asiento en un ómnibus repleto” y la escena es de una Sitcom al estilo The Office pero sin cámaras y con actuaciones no tan hilarantes. Y la verdad es que si tengo que elegir prefiero ser el personaje de una Sitcom. Ni siquiera la protagonista: más bien un secundario de esos risueños que pasan por los lugares tarareando alguna melodía y riéndose de que la vida no le sonríe.

Reírse de la desgracia. Varios definen al humor desde esa concepción. En realidad yo no me río de mi desgracia. Me río de la forma estúpida en que suelo enfrentar mis desgracias. O, más bien, me río de la capacidad histriónica de convertir sucesos no demasiado relevantes (al menos no en comparación al hambre mundial y a las guerras de Oriente) en desgracias. Y es ahí cuando la desgracia se vuelve graciosa. La desgracia me hace gracia. Hasta que irrumpe de nuevo la cámara del director croata a pintarme ojeras horribles y días sin sentido.

Imitar la ficción

Muchas teorías del séptimo arte se han hartado de analizar (y en ocasiones, ensalzar) la conexión inextricable del cine con  la realidad. Todo razonamiento lógico indica que, si el cine es un arte mimético, como todas las artes performativas o escénicas (gracias, Aristóteles), entonces imita a la realidad. El cine imita a la vida. Y no obstante, nos pasamos escuchando frases que invierten esa lógica casi mecánica. “No te hagas la película”. “Estoy de novela”. “Precios de película”. “Sus palabras son puro teatro”. En  muchos casos parece que es la vida la que imita a la ficción. ¿Cuántas veces hemos escuchado ya una banda sonora tristísima en una de esas tristísimas despedidas? Podemos pensarnos como protagonistas de una escena que solo está siendo filmada en nuestra memoria, o vernos a nosotros mismos como personajes totalmente terciarios, bolos, extras, en una escena donde los protagonistas son los otros.

Imitando la ficción, literalmente. Y esperando un tren. Foto: Joaquín Moreira


Aunque lo que duele es que siempre, los protagonistas de nuestra película somos nosotros mismos. Una película que en su realidad nunca se condice con lo que nuestra ideal película de la realidad desglosaría escena por escena. Como en esta secuencia de 500 Days of Summer. Contraposición expectativas/realidad. Cine/ realidad. Y lo irónico es, justamente: ¿cuántas veces la vida se parece a esta maldita split screen?




Imaginen la siguiente escena en un concierto lleno de gente: individuo entusiasta ve que otros individuos atractivos le hacen señas, el individuo entusiasta hace el típico gesto “¿a mí?” y los individuos atractivos le piden que se corra, que está tapando la papelera a la cual quieren lanzar un papel cual aro de básquetbol. Bueno, esa típica escena de loser me ocurrió. No estaba tapando una pantalla ni un espectáculo. Querían que me corriera porque estaba tapando una papelera. Nunca me reí tanto de mí misma como ese día.

Let’s face it before sunrise

Enfrentémoslo de una vez: el amor “real” no como el de las películas. Si la vida fuera una comedia romántica cursi y lineal… Pero la vida es más bien como esa noche increíble en Antes del Amanecer. Ahí el ómnibus 175 se convierte en un tren que atraviesa Europa y yo bien podría ser Julie Delpy con un vestido por el estilo y el pelo largo aunque no rubio, y bien que podría encontrarme con Ethan Hawke o alguien por el estilo. Pero en el 175 no hay Julie Delpys ni Ethan Hawkes, ni paradas en Viena hasta que amanece, ni amores de película que después se desvanecen. Realmente deberían  reincorporar los trenes en este país, sin dudas es un vehículo mucho más romántico que el 175. Al menos sería un paso.


El problema es que en las mentes soñadoras y perfeccionistas como la que me ha tocado, las marcas de la ficción solo pueden hacer mellas dolorosas. Quizás podría ser yo mi propia guionista, pero ya con ser mi actriz tengo demasiado trabajo como para escribirme y reescribirme escena tras escena. Todo sería más fácil si mi guionista fuera una buena persona (¿dónde está mi Richard Linklater?) y me fuera llevando por los lugares exactos en los momentos exactos, como aquel tren que iba por Viena. 

Y quizás todos los 175 son un tren a Viena. Hay que ayudar el azar para que se convierta en oportunidad. Por más casualidades cósmicas que el mundo pueda regalarnos (y vaya si las regala), Antes del Amanecer no hubiera llegado siquiera al mediodía si Julie no le hubiera hablado a Ethan (¿o fue al revés?). Filosofía barata y sandalias de cuero, lo sé, pero esta especie de tesis coelhesca veraniega es una de las pocas tonterías que me están haciendo sentir bien últimamente.

Una sabia amiga me decía –hablando, como de costumbre, de cómo el amor real no tiene nada que ver con el de las películas- que todo sería mucho más fácil si pudiéramos enamorarnos al chocarnos con alguien que tirara al suelo las carpetas y papeles que llevamos. Mi amiga decía que era imposible, que a nadie le pasa. A lo cual le respondí: vamos a tener que andar con más carpetas en los brazos.







domingo, 4 de diciembre de 2011

Juegan los FOO MONKEYS!!!! AAAAAAAAAAAAAAHARHAHAHRHAHR Ah, no pará...


Hace un par de semanas se dio a conocer la alineación del Quilmes Rock 2012. Adelante, de nueve, un jugador que llena un estadio el solito: Dave Grohl. Detrás de él, afuera del área, van a estar presionando Taylor Hawkings, Pat Smear, Nate Mendel y Chris Shiflett. Se hacen llamar los Foo Fighters y siempre ganan por goleada. 
Juegan el 3 y 4 Abril en el Monumental de Nuñez. Hay que empezar a juntar las monedas para ir a verlos (este momento es ideal, con un par de trapos te armás un Judas; te la tiro nomás, vos ves). Se traen una invitada especial: Joan Jett. Parece que anda un poco tirada de rock. PARECE.
 
 

Joan juega de 10 y la domina mejor que Messi. 
En el medio, aguantando, parados, firmes, juegan los Arctic Monkeys. Tranquilos y frenéticos. Se ponen la camiseta, se calzan la guitarra a la altura del pecho y te parten la mente.  Acá los ves jugando de local.



Falta un montón, pero ya están a venta las entradas. Acá tenés la info, mirá.
Estas cosas no pasan todos los días, gurises. Hay que ir.
Nos vemos ahí.

martes, 29 de noviembre de 2011

Takashi Miike y el cine post televisivo japones o algo parecido

Bien es sabido mi interés y devoción por el cine asiático contemporáneo. Yo lo acabo de llamar post televisivo más por la necesidad de ponerle una clasificación y de poner algo que suene pomposo; aunque sin lugar a duda la televisión juega un papel importante en tal género de cine japones.
Hay un cine de tal potencia cinematográfica que obviamente escapa a nuestras salas (casi todo escapa a nuestras salas) e incluso escapa a nuestros festivales, hay un cine japones hecho para japoneses y que no sale mucho de ahí.
Pues ese cine tiene como baluarte a un señor llamado Takashi Miike (más de una vez mencionado en los segmentos de: Desde Asia y con amor del blog) y ese señor creo que es la persona indicada para hacer una breve presentación de un cine lleno de yakuzas, calles con carteles de neón, gente que parten sillas en las caras de otros, velocidad abrumadora, rock y un montaje satánico.

Primero vamos con un filme llamado Blues Harp que inicia con un montaje bestial en el cual se mezclan fragmentos del filme  casi a una manera de obertura de opera ya que todavía no vimos el filme. Dejemos las palabras y abramos paso a una banda de punk asiática.


Bien, si les gusto o por lo menos le pareció algo interesante podemos pasar al segundo clip que pertenece a la primera parte de la tan particular trilogía de Dead or Alive. Quiero advertirles que si el anterior video le pareció un tanto fuerte éste es más fuerte. Por favor no lo tomen como una apología a la cocaína, las bailarinas de escasa ropa (que están censuradas por las dudas), los asesinatos sangrientos ni siquiera lo tomen como una apología a la ingesta fideos en exceso; tan solo tómenlo como una apología del cine.

sábado, 26 de noviembre de 2011

"Viru viru" tu madrina

Ministro de Educación Ricardo Ehrlich - presidente José Mujica
Es una lucha interminable. ¿Ciencias “duras” o ciencias “blandas”? Esta distinción no me atrae mucho: la considero anticuada. Sin embargo, ahí está, en nuestra sociedad, tambaleando y molestando a todos aquellos que quieren estudiar una ciencia social sin saber si eso estará bien o mal.

La educación recorre la agenda mediática hace varios meses. Es en ese contexto que se escuchan voces fenomenales hablando sobre el tema, pero también se escuchan desastres académicos, por así llamarlos.

El pasado miércoles 23 el diario Últimas Noticias dio cuenta de buena parte del discurso que dio el presidente José Mujica en el Foro de Innovación de las Américas en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay.  Allí el presidente dijo: “así como somos afectos a las letras y a todo lo que es ‘viru viru’, poco afecto le hemos tenido a las matemáticas, a la física y a la química”. 

Esta no es la primera vez que Mujica se refiere a las ciencias humanas con un tono tan despectivo. A inicios de marzo de 2010, cuando asumieron las autoridades de la educación del actual gobierno, el presidente destacó en su discurso la necesidad de fortalecer el desarrollo de las disciplinas científicas y reclamó que no se le siga dando “bombo” a “un país de ‘viru viru’”, en referencia a las humanidades. “No se puede sacrificar oleadas de jóvenes que inocentemente van a estudiar Ciencias de la Comunicación. No se puede construir algo sólido si no se hace en derredor de las matemáticas y las ciencias”, afirmó el primer mandatario.

Estas dos declaraciones de Mujica no solo no fueron felices, sino que desbordaron ignorancia. Podría hablar de la gran importancia que tienen las ciencias sociales para la humanidad, pero eso sería entrar en una discusión epistemológica que no está dentro del objetivo general del presente artículo (la idea no es hacer pelear a la matemáticas contra la filosofía). Prefiero detenerme en la tremenda situación que implica que un país tenga un presidente que, no solo critica a las “letras” como área de estudio, sino que las insulta. Por si no quedó claro, el hecho de que Mujica se refiera a las humanidades como el “viru viru” de la educación, es un escupitajo a las Teorías de la Interpretación de Umberto Eco, a los análisis antropológicos de Claude Lévis-Strauss o por qué no también, a los estudios de historiadores como José Pedro Barrán o la tan destacada Ana Frega.

Quizá suene un poco dramática mi opinión, pero recuerden que se le cuestionó al director General del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez, por difundir un video de una directora retando a un grupo de estudiantes, sin tener en cuenta que él no es un ciudadano común, sino que es una figura relevante de la educación y que no puede manifestar su opinión en esos temas sin que ello tenga consecuencias. En ese sentido, también Mujica debería tener presente su cargo antes de opinar y de escupir lo primero que le viene a su cabeza, y mucho más en temas vinculados a la educación.

El presidente no debería olvidar que si a los jóvenes que ingresan al mundo universitario no les atrae la matemática o la química no es culpa de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación o de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. El problema está antes, en Primaria y Secundaria.

martes, 22 de noviembre de 2011

Mastropiero y la epistemología

Temo arruinar el siguiente segmento diciendo pavadas antes de presentarlo; porque arruinar un chiste es relativamente sencillo en comparación a realizar uno. La cuestión es que les paso un video que encontré gracias a los colegas de Youtube y después dejo alguna mínima consideración.


Acaban de ver y escuchar - Dilema del amor (cumbia epistemológica) compuesta por Iohan Sebastian Mastropiero e interpretada por Los Brillantes todo dentro del espectáculo Lutherapia de Les Luthiers.

Esto es lo que están haciendo Les Luthiers más cercanos en el tiempo y me pareció interesante descubrir algo nuevo de ellos en vez de recurrir a los clásicos (aunque no descarto algún día invocar a Esther Piscore, Cantalicio Luna o Gunther Fraga)

Como no quiero ponerme a filosofar sobre la metodología del humor o epistemología del humor (tenía que hacer ese chiste por lo menos una vez) quisiera resaltar como el resultado tan humorístico no quita que todo lo que se diga sea cierto y profundo. 
Y la reflexión es la consiguiente: si ciertamente cuando empieza a ser un espectador consciente y crítico hay ciertos placeres que decrecen (uno se ríe con menos cosas), esto es algo feo partiendo que somos el único animal que ríe (junto a la hiena). Pero por otro lado una llega a distintos niveles de placer (el goce no es solo la risa es la profundidad de la risa).
¿Es verdad tan apreciación? ¿Es más graciosa la cumbia sabiendo de epistemología y del estructuralismo?

Miremos de vuelta el video y contestemos o mejor aún miremos el vídeo y disfrutemos.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Pearl Jam en Argentina - Still processing it...

¿Cómo empezar? El domingo pasado se presentaron los Pearl Jam en el Estadio Único de La Plata, eso ya lo saben. 
Seguramente también leyeron y escucharon que estuvo increíble. Pero no. Fue más que eso.


Nunca experimenté semejante conexión entre el público y la banda. La entrega de ambas partes fue indescriptible. Tanto los PJ como la gente, cantaron, saltaron, gritaron y lloraron durante dos horas y media. Nunca había sentido tanta emoción con una banda, y según el bajista, Jeff Ament, los Pearl Jam nunca habían sentido tanta energía de parte del público. El día después del show, publicaron esta foto, con este texto. 



“From the stage, the best crowd/show of all time, an acid trip of Argentinian passion. Hard to explain not only what we were seeing but what we were feeling….first time in a long time that I couldn’t sleep after a show. Still processing it….–Jeff Ament”.

En la previa se palpitaba un clima muy raro, entre ansiedad y relax. Había gente que entraba corriendo, mientras unos cuantos estaban sentados en el cantero de la avenida 32, tomando una cerveza, fumando, comiendo una "paty" o un "chori", muy tranqui. Adentro del estadio (que estaba alucinante, dicho de paso) cada persona estaba en su lugar, esperando el show. En el campo delantero había bastante espacio. Me imagino (y escuché por ahí) que fue una petición de la banda como medida de precaución para evitar que vuelva a suceder lo que pasó en Roskilde del año 2000. 

A las 19:15, muy puntual, subió al escenario la banda invitada: "X". Escuchar una banda de punk californiana de los '70, nunca es una mala experiencia. Con un set compacto y potente, le hicieron pasar un buen rato al público argento. En su última canción se subió un invitado, el bajista de la banda lo presentó como "un amigo, muy amable, muy fuerte, muy rico, muy suave: Eddie Vedder". Ver antes de lo esperado al Eddie fue muy zarpado. La gente se fue toda para adelante y dejó su lado racional de lado, querían ver de cerca a su ídolo. Los X se despidieron y dejaron a la gente prendida fuego. 

Foto de Tomás Correa Arce

Después de una hora de armado, se apagaron las luces y comenzó el mejor toque de tu vida. Sonaron los primeros acordes de "Release" y todos entramos en transe. 
Después de sumergirnos en ese clima tan elevado, nos patearon la cara con un demoledor "Go". Distorsionado, frenético y con toda la energía contenida de la gente que comenzó a expandirse. Esos climas sucedidos por un golpe de distorsion se dieron a lo largo del toque, como para decir "lo admitimos, somos sensibles, Pero también te podemor a romper la cabeza, viejo". Vino "Corduroy", "Hail Hail", "Given to Fly" y tanto yo como la gente que tenía al lado, no dábamos crédito de lo que estábamos viviendo. 

Cada tema era cantado como si fuera un himno, todos al unísono y al compás de la música. Momentos con alto contenido de pogo fueron "Even Flow", "Jeremy", "Do the Evolution", "Lukin", "Porch", "Given to Fly", "I belive in miracles" (de los Ramones), "State of Love and Trust", "Better man", "Rockin' in the Free World" (de Neil Young) y "Alive". 
De alto contenido emotivo fueron "Release", "Elderly Woman behind the counter in a small town", "Just Breathe", "Garden", "Last Kiss", "I belive in miracles", (de vuelta sí, fue como que todos se empujaban con los ojos encapotados), "Given to Fly" (lo mismo), "Smile", "Mother" (de Pink Floyd) y Yellow Ledbetter.
En mi opinión el clímax de la emoción fue "Black". Todos dejamos la garganta gritando "¡¿Guaaaaaai, Guaaaaaai, Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaiii!?!?!?!" y todavía no escuché a nadie que haya admitido no haber llorado un poquito ahí. Cuando terminó el tema, la gente saltó y cantó como si Pearl Jam fuera el cuadro de fútbol de sus amores, durante todo el tiempo que la banda lo dejó. Los Pearl Jam miraban y, como nosotros, tampoco daban crédito de lo que estaban viviendo.

Tocaron treinta y tres temas, dos horas y media de show. Terminó el toque con Yellow Ledbetter, enganchando el final de con un pedacito de "Little Wing" de Jimmy Hendrix. QUÉ MÁS QUERÉS PAPÁ!!!!!!!! 

Sin pirotecnia. Sin pantallas, ni papelitos de colores. Solamente 6 tipos arriba del escenario. Rockeando, saltando, sudando la camiseta. Tocando a todo volumen, los temas que 60 mil almas querían escuchar. 

Lo pasó ahí fue real. Parecía un producto de nuestra imaginación. Pero no.

Los dejo con algunos videitos.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Se van a examen

Cuando todos esperaban que a esta altura del año comience la “bajada” (como define el programa radial “Justicia Infinita” a esta época), cuando todos piensan en las costas de Uruguay, cuando la mayor preocupación del montevideano promedio es saber si se puede coordinar la licencia con el resto de la familia o con los “amigos de verano”, cuando ya se palpita el calor, no me queda más que bajarlos a tierra y contarles todo lo que pasa en este bendito país. Bueno, todo no. No tengo tiempo ni espacio (ni tanta información) para acaparar la totalidad de hechos que hacen al Uruguay. Por eso les propongo atender un tema de interés general y del que no podemos ser ajenos.

¿Maleducados o mal aprendidos?

“Educación”, señores. Eso es de lo que más se habla en estos tiempos. ¡Enhorabuena! Bienvenida sea la discusión. Repasemos entonces este asunto: en uno de los primeros discursos de José Mujica como presidente de Uruguay, el mandatario prometió “educación, educación y educación”. Esa tríada daba para pensar que el gobierno se iba a ocupar de la educación, ¿no?

El Poder Ejecutivo se levantó una mañana y se enteró que las pruebas PISA habían dejado al descubierto algunos problemas educativos que debían ser atendidos de inmediato. Oposición va, oficialismo viene, al tiempo se reunían para ver cómo lo solucionaban. Meses después, la directora más famosa del Uruguay, Graciela Bianchi, anunció que tenía pensado tomar medidas con el plan de estudios del Liceo Bauzá, independientemente de lo que el Consejo de Educación Secundaria (CES) dispusiera. Algunos la apoyaron y otros la criticaron, pero a ella poco le importó.

También se supo que desde la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República se reclamó al CES que los estudiantes que recién ingresaban a la educación terciaria “científica” no podían pasar las pruebas que la Facultad les ponía a principio de año. Otro dolor de cabeza para las autoridades.

Silencio, gente en obra

Mientras todo esto ocurría, el nacionalista Daniel Corbo, integrante por la oposición del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional Pública (ANEP) redactaba un nuevo programa educativo denominado “Promejora”. Este plan, en breves líneas, permite a los liceos que suscriban a él (no es obligatorio) realizar modificaciones a su plan de estudio durante un año mientras son sometidos a una estricta evaluación de la ANEP. La idea es visualizar de dónde y hasta dónde van los centros con los cambios que propongan. Todo en el marco de experimentar y buscar salidas a los malos resultados académicos de los jóvenes uruguayos que reflejan las pruebas.

Este plan generó un profundo rechazo de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, quienes entienden que se pretende que los liceos compitan entre sí. Los docentes también entienden que con el Promejora se va hacia un modelo de educación Chilena. A su vez, Secundaria también reaccionó ante este proyecto: entre otros argumentos, explicaron que los planes de estudio, según la última ley de Educación, sólo pueden ser establecidos por Secundaria.

Daniel Corbo - CODICEN
Ahí surgieron múltiples problemas políticos: el plan fue propuesto por un integrante del Partido Nacional y es rechazado por el sindicato docente y por las autoridades de Secundaria, Pilar Ubilla y Fernando Tomeo, representantes del MPP. La oposición reclamó que el gobierno “gobierne”, y que es el CODICEN quien manda, por lo que el CES tiene que acatar. Mientras todo esto pasaba (durante esta semana) el presidente Mujica estaba en México y cada tanto realizaba alguna declaración poco jugada sobre el tema.

Lo que pasó y lo que pasará

Recientemente se celebraron varias reuniones entre Secundaria y el CODICEN en busca de acuerdos sobre este punto. El primero quiere que el Promejora se modifique y que intervengan en su nueva redacción todos los actores de la enseñanza. El segundo aceptó eso pero sin el apoyo de Corbo. El nacionalista presentó una contrapropuesta que permite la intervención de otros actores, pero que no modifica el Promejora. Ayer viernes, a última hora, se anunció que hoy sábado se firmará un acuerdo entre Secundaria y el CODICEN sobre este asunto.

Según informa el diario El País, el documento que se firmará hoy es el resultado de una síntesis entre las diversas propuestas. El CODICEN promete atender la opinión de los docentes, al tiempo que se acordó extender el plazo para que los liceos se puedan anotar en el Promejora. Siendo más claro: van a estudiar modificaciones al plan, mientras piden a los liceos que se sigan inscribiendo.

Si el Promejora es o no la salvación de la crisis educativa en Uruguay, lo pueden responder los expertos en esta materia. El problema es cuando esos expertos no se ponen de acuerdo. Lo lamentable de todo esto es que mientras ellos discuten, 4 mil jóvenes no terminarán las clases este año por los altos índices de deserción estudiantil.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cuba sí, Estadio Charrúa no


Al fin, después de veinte años sin venir, después de diez años que lo espero, después de seis meses de haber adquirido la entrada, llegó el día del concierto de Silvio Rodríguez en Uruguay. Probablemente, si hubiera ocurrido a mis 16 años (esa época en que se citan frases contestatarias o de amor –que no es lo mismo pero es igual- sin comprenderlas bien, solo para afianzar una identificación con alguien admirado) la emoción y la ansiedad habrían sido mucho mayores. De todos modos, aunque éstas ya no sean mis épocas liceales, no dejaba de ser un suceso significativo. Silvio Rodríguez en Uruguay. Al fin, después de tantos casetes escuchados hasta el hartazgo.

Todo estaba predestinado a ser un evento perfecto. Mi madre, mi tía, mi mejor amiga y yo, todas en una espléndida ubicación en el sector VIP, nada de gradas: sobre la mismísima cancha del Estadio Charrúa. Pero si hay algo que debemos aprender, amigos míos, es no todo lo que estaba predestinado a ser, es. Ya la llegada en auto fue un caos absoluto, avanzando metro a metro a merced de los semáforos y el tránsito endemoniado de Avenida Italia en la hora pico. Hora pico + 20 mil personas con el objetivo de llegar a un mismo lugar= 30 minutos para avanzar 200 metros.

Llegamos sobre la hora en busca de la bendita puerta cinco. Mientras todas las demás puertas estaban vacías, la nuestra estaba atestada de gente. Nos dispusimos a esperar cerca de la puerta, pensando que, si eran entradas numeradas, no tenía sentido la noción de “colarse”. Una mujer nada simpática que, irónicamente, estaba delante nuestro, nos piantó un discurso eufórico y agresivo sobre  muestra inmoralidad por no haber hecho la cola que ella había tenido que hacer y no sé cuántas cosas más, pobre señora. Claro, entonces nos dimos cuenta que la cola tenía una longitud de miles de cuadras. Lo que tuvimos que caminar para llegar hasta el final fue más de lo que habíamos caminado para encontrar la maldita puerta cinco.

Y es que la cinco no era solo “nuestra” puerta. Era la de casi todo el estadio. Medio estadio entrando por una misma puerta. Y sin portero, sin acomodador, sin nada. Nada de nada. Setecientos pesos en entrada y cualquiera podía meterse por donde quisiera porque nadie controlaba nada. Digamos que fue el peor día de ventas para los revendedores. Decir que era un recital de Silvio Rodríguez y no, por ejemplo, del Indio Solari, porque la cosa podría haber terminado mucho peor. O quizás no, y son meros prejuicios. La cuestión es que la gente mantuvo la calma aún cuando la voz de Silvio empezó a sonar y la mitad de los espectadores nos encontrábamos afuera.

Me perdí el momento ese tan lindo de todo concierto, cuando finalmente el artista sale al escenario. Lo perdí, ya está, nunca lo voy a volver a tener. Al contrario, cuando ya en la cuarta canción logramos entrar al estadio, en vez de disfrutar a Silvio estuvimos largos minutos avanzando en una horda desorientada ante la falta de un mísero acomodador, y luego preguntando sector por sector para ver cuál era el condenado VIP 12b. VIP, un corno. Silvio estaba lejos, naturalmente, pero ni siquiera podíamos divisarlo porque toda la gente que entró sin  respetar su número de entrada (o sin entrada directamente) se había apiñado de pie delante de nuestro sector. Pero al menos ya estábamos allí, y teníamos una pantalla gigante.

La pena es que la desagradable travesía de la entrada empañó, durante los primeros minutos, lo que debería haber sido un momento no sé si mágico, pero al menos especial.  Afortunadamente, Silvio cantó casi tres horas, por lo que hubo tiempo suficiente para quitarse el mal humor y entregarse a sus canciones. Todos sabemos que los recitales de músicos con mucha trayectoria  tienen su mejor parte en la segunda mitad. Antes presentan los temas nuevos, que muy pocos conocen, en melodías de belleza variable. Está bien, ningún artista –salvo Vilma Palma- merece cantar solo canciones del noventa para atrás.


(La captura no es mía, es tomada de un alma amable que compartió su registro en la ciberesfera)

Pero fueron, por supuesto, esas canciones del noventa para atrás las que nos emocionaron. Más que los clásicos Ojalá, Óleo de mujer con sombrero, Por quien merece amor y la preciosa Playa Girón, me conmovieron cuatro canciones quizás no tan conocidas, que siempre había escuchado con el sueño de sentirlas en vivo algún día. 

La maza, la primera que escuché de él y que me asustaba de niña con los golpes de percusión que imitaban un corazón o una maza sin cantera, fue también la primera conmoción de la noche. La gaviota, una pequeña canción de melodía increíble, fue un regalo inesperado. Casi había olvidado que quería escuchar esa canción. Tan rápida, tan detenida. Qué belleza. Luego, El Necio. Canción poderosa como pocas, también inesperada, y más poderosa que nunca. Y después, casi al final, Pequeña serenata diurna. ¿Cómo alguien puede cantar “soy un hombre feliz” en una melodía tan pero tan melancólica y lograr que le creamos profundamente?


(Ya se habrán dado cuenta que este recital tiene una data de largos años, aunque su voz sigue intacta)

Me acuerdo de un amigo que hace años me había regalado un casete con esas dos últimas canciones porque eran sus preferidas y yo nunca las había escuchado. Qué alegría habrá sentido cuando Silvio se las regaló en vivo, desde el lugar del estadio donde se encontrase.

Tal vez el final podría haber tenido una culminación más enérgica. El tercer bis no culminó con Unicornio, el hit que faltó sin aviso, tal vez porque no lo pudo encontrar. Al contrario, el concierto cerró con dos canciones nuevas (es decir, poco conocidas), sin demasiada emoción. Canción urgente para Nicaragua también habría sido un final explosivo. Pero, ¿saben qué? No importa. La ternura de su guitarra vale por cualquier final taquillero.

En fin, la espera de veinte años terminó, la noche esperada terminó, Silvio terminó, y pese a los obstáculos fue una velada linda.  Igualmente me quedo con un “ojalá”: que no se vuelvan a  (des)organizar espectáculos con esta negligencia, ni en el Estadio Charrúa ni dondequiera que sea. Los artistas merecen que se los disfrute con respeto. Quizás la próxima vez la calma de la euforia por su venida aplaque la sed de ir a verlo y todo discurra con mayor tranquilidad. Y que va a venir, es casi cierto: descubrí que las dos palabras que más usa en sus canciones son “corazón” y “porvenir”. Y esas dos palabras juntas solo pueden significar algo bueno.