martes, 29 de noviembre de 2011

Takashi Miike y el cine post televisivo japones o algo parecido

Bien es sabido mi interés y devoción por el cine asiático contemporáneo. Yo lo acabo de llamar post televisivo más por la necesidad de ponerle una clasificación y de poner algo que suene pomposo; aunque sin lugar a duda la televisión juega un papel importante en tal género de cine japones.
Hay un cine de tal potencia cinematográfica que obviamente escapa a nuestras salas (casi todo escapa a nuestras salas) e incluso escapa a nuestros festivales, hay un cine japones hecho para japoneses y que no sale mucho de ahí.
Pues ese cine tiene como baluarte a un señor llamado Takashi Miike (más de una vez mencionado en los segmentos de: Desde Asia y con amor del blog) y ese señor creo que es la persona indicada para hacer una breve presentación de un cine lleno de yakuzas, calles con carteles de neón, gente que parten sillas en las caras de otros, velocidad abrumadora, rock y un montaje satánico.

Primero vamos con un filme llamado Blues Harp que inicia con un montaje bestial en el cual se mezclan fragmentos del filme  casi a una manera de obertura de opera ya que todavía no vimos el filme. Dejemos las palabras y abramos paso a una banda de punk asiática.


Bien, si les gusto o por lo menos le pareció algo interesante podemos pasar al segundo clip que pertenece a la primera parte de la tan particular trilogía de Dead or Alive. Quiero advertirles que si el anterior video le pareció un tanto fuerte éste es más fuerte. Por favor no lo tomen como una apología a la cocaína, las bailarinas de escasa ropa (que están censuradas por las dudas), los asesinatos sangrientos ni siquiera lo tomen como una apología a la ingesta fideos en exceso; tan solo tómenlo como una apología del cine.

1 comentario:

Lourdes Nievas dijo...

El día que el cine deje de hacer apología... de lo que sea terminará por perder gran parte de su encanto... y si esas apologías se desplazan por los bordes son mucho más necesarias aún. Al menos para decir quiero cualquier cosa excepto lo que tu cine me oferta tan solo por ver que alguien se anima a querer decir "lo que veo o lo que me gustaría ver a mi alrededor es esto" Dicha cuestión ya se transfigura en valor agregado a la obra a mi entender.