Nada más distante que cierto tipo de amistades, en mi caso casi todas, y
yo siempre bien, todo bien como siempre. “Sí, obvio que estamos en contacto”, o
mejor: “Dale llamame cuando quieras”, esa es mi frase casi latiguillo. Por suerte no soy igual con
los hombres, solo con mis amigas va la cosa, sino me iría realmente mal, es decir,
sería el famoso “último recurso”.
Mi hermano que ha visto cómo se reproduce esta situación a través de los
años me pregunta si no me jode que cada vez que una amiga se separa, o por
algún otro motivo me precisa, tipo divorcio de padres, muerte de algún otro
familiar o porque los demás no les dan bola, me llaman igual varias veces al
día. Y yo le digo que no está mal, que es muy cómodo para mí ser ese back-up
team concentrado en este pequeño cuerpecito, le cuento que ya tengo planificada
la batería de acciones según el problema que se presente. Es decir, me siento
orgullosa de ser la amiga repuesto, yo sé que a alguno de uds. queridos
lectores les puede parecer un poco patético, pero soy más que la amiga
repuesto, a veces me veo como un local entero de CYMACO pero con menos
veteranos alrededor, jajaja.
No, en serio, ser consciente de esto está en mi mapa genético (a mis
padres les sucede igual con ciertos amigos y lo viven con total naturalidad),
mi autoestima estándar me indica que eso nunca me afectó y por eso quise
compartir estas líneas con aquellos que sí se ven afectados por el tema. Mi
experiencia como docente de enseñanza media, al menos como practicante, me hizo
saber que esto es un problema para algunos, en especial para algunas, en
particular en la adolescencia. Los hace sentir menos y no es así, ser menos
dependiente del oído ajeno, es un privilegio en estas época del “estoy acá para
que me mirés” o “necesito que alguien me escuche ya”. A lo que uds. pueden responder: Entonces, ¿qué carajo hacés con un blog? Y yo les contaría que no sé, por algo será que
no escribo hace meses.
¿Ustedes se ven de alguno de los dos lados con más frecuencia? ¿O es que
solo soy yo que me tranco en esta nimiedad como para escribir esto?
En esas situaciones, sSé que película podríamos ir a ver al cine o sacar
del archivo para entretenerse tiradas en el sofá, por cuál actor se les cae la
baba, qué gusto de helado les gusta más, si prefieren galletitas o bizcochos
para el mate, si parque o rambla, me fascina ir puliendo mi conocimiento de los
detalles porque me hacen sentir más amiga de mis amigas. Después que se sabe
eso, el resto viene más fácil, a alguno le puede sonar un poco “creepy”, como
acercándose más bien a Jim Carrey en
“The Cable guy”, pero ni para tanto, es que un poco, la verdad, primero nos
re-conocemos por esas cualidades más superficiales hasta llegar a lo
importante: la música, la ideología política, etc. etc.
Ser la amiga CYMACO es muy útil para mi vida, debo reconocerlo, porque
es hacerme cómplice del recelo más profundo de un tipo de un culto exacerbado a
la soledad solapada/privacidad. La mayoría de los que me conocen pueden decir
que soy sociable, amena o que siempre tengo temas de conversación (como diría
mi amiga Mona), lo cual es bueno. Es como pararme a conversar con una vecina
acodada a la medianera durante años sin que ninguna de las dos conozca el
interior de nuestras casas… es cómodo, porque al decir verdad saber más es un
poco estresante, puede desgastar. Es entendible la corrosión de cierto tipo de
vínculos, c’est la vie, hasta a veces
de mí misma me harto –como le debe pasar a todos-, es decir, con el tiempo he
averiguado cosas de esta persona que escribe que no tendría que haber visto
jamás. Tal vez por eso es que tenemos docenas de conocidos que nos caen bien
pero muy pocos amigos, menos de una docena, diez, menos de cinco, menos. Cada
uno sabrá.
Pero como dice mi canción de hoy:
If you're ever in a jam, here I am/ If you're ever in a mess, S-O-S/If you ever feel so happy, you land in jail; I'm your bail./It's friendship, friendship, just a perfect blendship./When other friendships have been forgot,/ Ours will still be hot.
If you're ever up a tree, phone to me./If you're ever down a well, ring my bell./If you ever lose your teeth, and you're out to dine; borrow mine./It's friendship, friendship, just a perfect blendship./When other friendships have been forgate,/Ours will still be great.
Ir y volver, ser un poco paria de nuestra propia vida, querer que nos
extrañen, o no, sentirse liberado, mis amigas ya saben que soy así y saben la
mayoría del tipo de detalles que enumeré arriba, y cada tanto se aparecen en el
portón o pegan un llamado, por eso me quieren con su ausencia, con su espacio.
Les quiero, niñas. Feliz 2012. Si
llegan a leerse en esta columna “carriebradshawesca”, no se cabroneen y si lo
hacen “a tomar Fanta con Pelusita”, sé que vuelven con el caballo cansado
(risita maléfica de caricatura, tipo juuuaaaajaaajaaa grave)
Cole Porter lo sabía todo y nos lo hizo saber en cancioncitas pegadizas, de la peli "DuBarry was a lady lady" junto a Lucille Ball (en su única canción no doblada en este film), Red Skelton, Virginia O'Brien, alguien más que no reconozco, y una de mis debilidades: Gene Kelly.
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