He decidido bautizar el presente post con mi presente nombre con el único cometido de que aparezca en la búsqueda de Google cuando se escriba mi nombre. Así, cuando en un ataque de narcisismo desesperado me busque, encuentre este post y me dé cuenta de lo que soy; un narcisista desesperado.
También mi nombre funciona hoy como puerta a la reflexión porque sucede que yo cargo con este nombre y gracias a tal carga me he dado cuenta de que me espera una gran crisis. Resulta poco común esperar una crisis, tal vez porque el hecho de conocer su advenimiento influye para que se haga algo que impida que ésta no suceda. Pero… hay ciertas cosas que pese a que se conozcan no se puede actuar contra ellas; lo que me pasa a mí es algo similar a lo que le sucede a los nórdicos con el Ragnarok. Los dioses sabían que la batalla del fin del mundo llegaría, y con ella su muerte; con eso no podían hacer nada más que esperar hasta que las cadenas del perro Fenrir se rompieran. Y si los dioses no pudieron hacer nada contra el Ragnarok, ¿por qué yo voy a poder hacer algo que me prepare para cuando me encuentre con otro sujeto llamado Ruy?
Foto: Ruy Ramírez |
Nunca me he encontrado con otro Ruy, y siento que cuando lo haga voy caer en que otro sujeto está cargando mi nombre; o peor aún, que yo estoy usando el nombre de otro sujeto.
Si por tener un nombre extraño uno se cree especial, ¿cuánta gente con el mismo nombre se creerá especial? Frente a esto, William Shakespeare dijo: "Nothing is so common as the wish to be remarkable" que yo traduciría toscamente como: “No hay nada más común como el deseo de ser extraordinario”.
Harvey Pekar en el filme Esplendor Americano[1] (y por ende en su vida) se hace una pregunta similar. Se ve que también es común preguntarse porque hay cosas que atentan contra la capacidad de ser especial que uno tiene.
Al parecer, todo lo que proclaman los libros de autoayuda es mentira: no somos especiales. Toda la gente que afirma ser la reencarnación de Cleopatra, Juana De Arco, Julio Cesar o Jimmy Hendrix miente. En caso de existir, la reencarnación sería en otro hijo de vecino, igual que ellos.
¿Cómo recibiré a mis otros yo? ¿Es cómo una película de las hermanas Olsen? ¿Es como Homero frente a Cosme Fulanito, pero sin el perro con la cola peluda? ¿Va entenderme mejor que nadie? ¿Va a crearse un lazo mágico tipo película de artes marciales? ¿Voy a matarlo en camino de ser el único?
Todo aquello que puede ser nombrado es cierto. Por lo tanto mi nombre es lo único que tengo, es aquello que me convierte en verdad, ¿y tengo que compartirlo con otros?
No hay respuestas ni conclusiones para tal dilema narcisista, que sin embargo es común a todos, ya lo dijo Shakespeare. Creo que lo mejor será esperar caminando por la llovizna hasta encontrar a otro Ruy Ramírez que conozca la respuesta a mi problema, perdón… nuestro problema.
[1] PULCINI, Robert, SPRINGER BERGMAN, Shari (2003) Américan Splendor
2 comentarios:
Felicidades por ser Ruy, que lo hace mucho más excepcional que yo (Sebastián). La respuesta no a su dilema sino al mío, llamado Sebastián, no es válido, pero sí definitivo por ser irracional y por tanto plantearlo de tal forma que solo deje un callejón sin salida.
Le agregamos que soy pelado, rapado a cero, y le aseguro que la gente ve un pelado y lo adopta enseguida como mascota. Y los otros pelados al verlo a uno, saben que ese tipo que ven sufre lo mismo que ellos, y automáticamente se forja una hermandad que ni le cuento.
Metemos unas toneladas de narcicismo y otras tantas de egocentrismo, mucho pero mucho concepto irracional y abundante capricho, y llegamos a la conclusión que vengo vendiendo desde el principio: Usted no es el verdadero Sebastián; usted no es el verdadero pelado.
Es decir, cuando encuentre otro Ruy (ni los dioses lo permitan), haga como si nada. Una de dos, o usted es el verdadero y el otro es solo una copia, una falsedad, un pobre imitador. O ninguno de los dos es el verdadero, pero usted sabe cuál es, porque cuando lo vea lo reconocerá (cualidad única en usted que lo diferencia del resto de los posibles Ruy y lo hace único porque lo sitúa entre ellos, y el verdadero). Lo deja en un pálido segundo lugar, pero por encima del resto al menos, que es peor que nada.
Yo creo que siempre hay esperanza. Aunque el Ragnarok sea inevitable, siempre se pueden cortar las uñas de los muertos para demorarlo un poco más.
No desespere, mire el arcoíris la próxima ves y piense: “Yo soy Ruy, el verdadero o el testigo del verdadero. Así es, porque el Bifrost aún no ha sido destruido por los gigantes.”
Irracional y absurdo, pero con suficiente tozudez, efectivo.
Eatimado Sir Ruy, mi persona le propone ante tanta calmidad, ser algo más que Ruy, ser un verdadero impostor. Tras la verdad no sólo se esconde la mentira sino, también se oculta la omisión, por tanto y más, propongo de ahora en adelante, que comience a utilizar nombres fantasía cual estrella de cine.
Podría agregar letras: RuyS, pienso que AristóteleS se sentiría homenageado, en jeperipingoposopo podría ser una buena opción; Rupyp(no! suena a snoopy), quitarlas; llamarte "Y", o inclusive dar vuelta su nombre por más extenso que le parezca (Yur), recurrir a la comunidad de esperanto.... en fin, un sin fin de posibilidades, sin develar su verdadera identidad ante aquel que se dice llamar Ruy Ramírez; pues usted no lo ha pensado pero quizás este individuo,esté ocultándose tras esta identidad la verdadera(que usted considera la suya, por algún motivo que vaya a saber cuál, este cristiano ha desidido denominarse así; tal vez sea un nombre artístico -¿es fotógrafo no?-.Pero nunca la depresión Ruy o... como te llames
A continuación le dejo uno de mis comics de corte psicológico que tanto me gusta!
_para las escenas de riesgo
tengo un doble
_somos casi igualitos
_la diferencia es qué él se anima a todo y yo no
_su vida es permanente aventura
y la mía un bodrio
_en reuniones,él seduce mujeres contando el final de las anécdotas que yo comienzo
_a pesar de todo,somos tan parecidos que a veces no se bien cuál soy yo
_mi analista insiste en que ambos somos uno
_es probable...
_lo que me asusta es que ambos seamos él.
Humor por Tute.
tute@tutelandia.com.ar
Se lo dejo envuelto en la temática....aunque carece de exactitud, muestra un rasgo posible de lo positivo que podría llegar a ser tener un doble...
También tengo una visión apocalíptica: Homero y sus clones (The Simpsons)http://www.youtube.com/watch?v=D1MIdDJhV0o
Buena suerte!
firma: Ruy Ramírez
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