Hace unos pocos días ha llegado a mis ojos el último filme de quien supo ser uno de los niños mimados de Cannes y hablo en pasado porque a partir de esta obra se le complicó la cosa con el intelectualado francés. Realmente Melancolía[1] no le trajo problemas (no más que cualquier filme de Von Trier), lo que sí los trajo fue la conferencia de prensa posterior. Aunque no es mi intención hablar del lío nazi (ya lo hice en el artículo políticamente incorrecto), creo que es necesario ubicar la repercusión del filme dentro de tales circunstancias.
Como dije en el párrafo anterior, he presenciado el filme en cuestión y creo que es lo mejor que vi del 2011. Si bien Medianoche en Paris[2] ha sido la vuelta del gran Woody, Melancolía tiene el potencial para entrar en las listas de los cursos de historia del cine; por lo tanto creo que es de esos filmes que además de entender tienen la capacidad de explicar su época. Son pocos los filmes que logran tal cosa porque también son pocos los que lo intentan. Si bien no es obligatorio intentar dejar algo sublime grabado en piedra con un filme, hay que reconocer que el cine se predispone a la magnificencia. En este momento se me viene a la mente lo que decía el personaje de Daniel Day Lewis en Nine[3], parafraseo : "el cine cuesta mucho dinero, lleva mucho tiempo y mueve mucha gente; tiene que ser pretencioso". En esto de ser pretencioso Lars lo es mucho ya que siempre anda con una sonrisita de autoestima y regodeándose de su excepcional y vanguardista talento; pero pese a que se pasa de inteligente en esa pasada de inteligencia llega a resultados interesantes.
Fuera de la recomendación (que ya está dada) quisiera tirar un par de líneas que intenten justificar tal recomendación. Como ya dije, Melancolía explica su época y por lo tanto cuenta con un gran carácter alegórico, lo que lleva a que - y tal como si fuera un filme Antonioni - se pueda diferenciar lo que cuenta y de lo que se trata. Porque si alguien piensa que Melancolía tiene una primera parte sobre los problemas en una boda y una segunda sobre la destrucción del planeta ese alguien no ha podido escarbar más allá del cuento. Von Trier es un sujeto pretencioso y desde hace ya una década viene haciendo radiografías de la sociedad americana y ésta no es la excepción; al igual que en Bailarina en la oscuridad[4] o en Dogville[5], en Melancolía tenemos el retrato más podrido y cercano a los EE. UU y su manera de ser.
Un ritual de felicidad en donde todos festejan es de verdad el perfecto escenario para descubrir la miseria humana, cómo todos nos preocupamos solo por nosotros sin darnos cuenta y cómo cuando todo acabe realmente no tendremos nada que decir o hacer. Eso es Melancolía, es la razón por la cual todo va a acabar y el silencio de cuando todo acabe, es la dura realidad de darnos cuenta que no somos gente buena, que estamos solos y que todo va a estar mejor cuando no estemos.
1 comentario:
Un filme poético. Entre las 10 mejores del gran 2011 lleno de tan buen cine.
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