jueves, 2 de febrero de 2012

Condición epistémica existencial (Ensayete escrito en enero sobre el presente)

Frente a la encrucijada en su vida Hamlet levantose  lo que supo ser un marote y preguntó al aire: ¿ser o no ser? Lo que no sabemos los hispanoparlantes por cuestiones de traducción es que al mismo tiempo también se estaba preguntando  ¿estar o no estar? He de ahí - también -  el dilema y la clave para muchas de las cosas y asuntos que andan entre lo tangible y lo etéreo.

Las interrogantes del príncipe no fueron extremadamente originales, nunca somos muy originales cuando nos ponemos existenciales, pero la cuestión es preguntar y preguntar. Incluso en esta cosa de la pregunta retórica supuestamente nació la ciencia con un Tales de Mileto. Al tal Tales se  le ocurrió preguntar: ¿de qué está hecho el mundo? Es una buena pregunta, una que sirve mucho para este razonamiento y digna de una persona que por mirar las estrellas se cayó en un pozo. No obstante y saliendo del pozo para volver al razonamiento, nos vamos a quedar con esa primera pregunta de la ciencia y con su capacidad de interrogar la esencia de las cosas.

Pero, para preguntarse cuál es el átomo de las cosas primero debemos aceptar que hay cosas. Así que anterior a la primera pregunta vendría una segunda que dice algo así como: ¿por qué hay algo en lugar de nada? Si bien también esta pregunta también asume que hay cosas, pero eso no es problema debido a que mi preocupación es la razón de la condición de estar ya que para tal cuestión no nos sirve de nada ponernos nihilistas.

En tercer lugar, viene una pregunta que tiene la virtud y defecto de ser metafórica, la cual tiene una gran capacidad de ser llamada y aplicada para cualquier cuestión que no tenga nada que ver con nada. Igual así, la pregunta con su introducción viene a ser: Si un árbol se cae en el bosque y nadie lo escucha ¿hace ruido al caer? Pese a ser tan metafórica y ser usada por cualquier vejiga para explicar cualquier vejigada; creo que es la mejor manera de interrogar la presencia de las cosas.

Por ahora tenemos muchas preguntas y pocas respuestas, pero no se preocupen porque eso es bueno. La pregunta es la base del conocimiento, en cambio las respuestas solo servían  para ganar algún dinero en Martini pregunta. Avanzando, por ahora, tenemos las siguientes preguntas:



¿Ser o no ser?
¿Estar o no estar?
¿De qué está hecho el mundo?
¿Por qué hay algo en lugar de nada?
Si un árbol cae en el bosque y nadie lo escucha ¿hace ruido al caer?

Voy a desmarcarme un poco de las dudas del príncipe de Dinamarca por el hecho de que ambas presuponen que uno puede elegir estar en un campo o el otro. Me quedo con las otras tres que según lo que dije párrafos atrás interrogan tres cuestiones: esencia, existencia y presencia. Las tres cuestiones traen los siguientes temas: estar, estar y estar. Así que no está muy mal ubicar al verbo “estar” dentro del triángulo de las abstracciones de la esencia, existencia y presencia.
La pregunta final perfectamente podría ser: ¿Qué significa estar? Cuando uno afirma estar, ¿dónde está? ¿Cuándo está? ¿Es consciente de estar estando o tan solo lo afirma por costumbre? Es complicado estar, capaz que si uno pudiera elegir, sería distinto, más simple.
No sé, me quedé sin razones o preguntas, así que voy a traer una consideración cinematográfica de la cuestión. Voy a ver mas no escuchar “Hierro 3” y vuelvo a estar.



No hay comentarios: