sábado, 4 de agosto de 2012

Eme. U. Ge. E. Ene.

Si prestan atención a ambos márgenes de la presente nota usted se percatará que ocupan gran parte de la pantalla una serie de personajes que se mueven y se miran con ganas de pegarse y listos para el combate. Antes de seguir con la nota, mire a los personajes y responda: ¿cuántos de estos belicosos personajes usted conoce? ¿Conoce su procedencia, tanto geográfica o temporal? ¿sus              nombres? y especialmente, ¿conoce los pasos que usted debe efectuar para que estos personajes despidan fuego por la boca, giren bocabajo como helicóptero o propinen a sus enemigos o contrincantes de turno un piledriver giratorio tras salto de dos metros? Si usted no conoce nada de nada de esto, posiblemente ésta no sea la nota para usted (igual siga leyendo, capaz que encuentra un nuevo hobby o tiene un nuevo argumento para atacar a cierta gente). Pero si usted conoce algo o todo esto y guarda en su cerebro una jerga de conceptos como medias úes y úes enteras para atrás y adelante, bosses finales, flawless victorys y dragons puchs; pues bienvenido: esta nota es para usted. Ya hecha la medición y la advertencia, les cuento que todos estos personajes pertenecen a videojuegos de pelea en 2 dimensiones, 
lo cual debe ser uno de los géneros más paradigmáticos desde que se invento el pong. La cosa es sencilla: a cada lado un luchador, sobre ellos un reloj en cuenta regresiva y dos barras de "energía", las cuales descienden de  acorde a los golpes recibidos; el que se imponga en dos rounds         gana y sigue su rumbo a la próxima pelea. 
Hubo antecedentes (Street Fighter) pero
 el género se convirtió en vedette con la Street Fighter 2 y sus viajes en el mundo para que la gente se la dé en las calles del mundo (todo una clase de geografía), luego llego la Mortal Kombat con su apología al gorismo y sus recordadas fatalities, el World Heroes donde se la daban los grandes personajes de la historia, la Samurai Shodow donde se la daban con espadas y otras cosas, la Art of Fighting donde las magias le desgarraban las vestiduras a las mujeres, la Fatal Fury con sus pantallas creativas, la Darkstalkers que conocimos después, a posteriori, la Killer Instinct donde bichos raros se la daban salvo cuando se detenían a bailar; luego vinieron la King of the figthers a modo de mundial de fútbol de los juegos de pelea y también llegó toda la serie de los versus con Camcom y Marvel a la cabeza. Todos estos nombres en ingles solo implican algunos de tales juegos, los cuales han perdido algo de protagonismo y terreno (pero no importancia) por los juegos lucha en 3D. A mi humilde percepción todo ese compendio de nombres y juegos conforman una cuestión identitaria propia de la década de los 90. ¿Acaso Ryu o Sub-zero son mucho menos
conocidos que el de   Kurt Kobain, Jerry Seinfeld, Bill Hates o Carlos Menem? La buena noticia y a lo que realmente viene la presente nota es que hay una cosa llamada MUGEN que nos transporta a la maravillosa y en éste caso violenta segunda dimensión. MUGEN se presenta como un motor de videojuegos de lucha en dos dimensiones gratuito,  pero realmente es un hermoso hábitat donde conviven (no muy pacíficamente) todos los juegos de peleas 2D con todos sus personajes, escenarios y otros chirimbolos. Piensen en un juego de pelea que puede tener en sí a todos los peleadores en todos los escenarios, y tener más de una década de combates con sus respectivas estrategias. Cabe decir que de los juegos de pelea el MUGEN solo tienen la pelea y que le falta la historia y todas esas cosas; pero lo 
importante que es la parte de pelea está bien de bien. El atractivo del MUGEN para mí no es solo el del agón de la lucha 2D, también hay un atractivo propio de lo coleccionable. Muchos de nosotros supimos coleccionar figuritas, latas, cajas de whisky o patologías psicosociales o librillos de cinemateca. Generaciones anteriores coleccionaban sellos, monedas, armas u ostentaban una gran biblioteca de
libros no leídos. Creo que la internet y la opulencia digital ha matado un poco la colección, tener todo a la mano provoca que uno no se preocupe por guardar, por lo cual, justamente el MUGEN me ha generado un afán de colección, mi primer colección propia de la internet. Debo admitir que he navegado por internet, por sitios y portales muy diversos, en idiomas y abecedarios muy diversos en pos de personajes y escenarios nuevos para mi MUGEN, para lograr el universo de pelea más vasto posible. En fin, si usted no tiene una personalidad adictiva y quiere volver a los juegos de lucha 2D o los quiere descubrir, le recomiendo a ultranza el MUGEN como gran esfera de pelea virtual, la cual pueden bajar de aquí, o aquí, o también aquí y sino también de allí.

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