viernes, 3 de junio de 2011

Como te expreso una cosa te expongo la otra

Pasado un año y medio del gobierno de Mujica surgen las siguientes preguntas: ¿quién gobierna? y ¿quién se opone a ese gobierno?

Uruguay es gobernado por el Frente Amplio (FA) y no por el Partido Nacional (PN), el Partido Colorado (PC) ni, mucho menos, el Partido Independiente (PI). Ahora bien, al preguntarnos sobre cuál es la principal fuerza de oposición, resultaría evidente afirmar que son los nacionalistas o los colorados (aquí ya ni me refiero al PI). Pero si analizamos los hechos detenidamente a lo largo de este año y medio del gobierno, presidido por José Mujica, vemos que las cosas no son tan así y que hay un nuevo gran opositor a este gobierno, un crítico de peso del actuar de esta coalición de izquierda. No es Asamblea Popular ni la Asociación Rural del Uruguay. Tampoco me refiero a grupos de militares retirados. La principal figura de oposición a este gobierno frentista es el mismo FA.

Su origen como coalición de diferentes partidos políticos es la respuesta a tal extrañeza. ¿Cómo es posible que quien gobierne sea su propia oposición? Para responder, repasemos algunos hechos y saquemos conclusiones.

El Partido Comunista, el Socialista y hasta el Movimiento de Participación Popular (todos integrantes del FA) se opusieron rotundamente al presupuesto presentado por el Ministerio de Economía de este gobierno. Durante todo 2010 el debate interno refirió a mejorar la distribución de la riqueza, ya que las propuestas del ministro Fernando Lorenzo no convencían.

Fue el mismo presidente Mujica quien en reiterados discursos afirmó lo que aún le resta por hacer al gobierno, resaltando que deben “bajar más la pobreza”, “mejorar la educación”, entre otros puntos. Por momentos, casi que parece criticar su propia gestión.

Ni que hablar que fue un legislador frenteamplista quién echó a perder uno de los proyectos con los que más se identificó esta fuerza política: desaparecer del sistema jurídico uruguayo los efectos que generó y genera la Ley de Caducidad. Pero de ese capítulo no solo participó el diputado Víctor Semproni. El mismo Mujica, acompañado del vicepresidente Danilo Astori y hasta del ex mandatario, Tabaré Vázquez, vieron conveniente que ese proyecto no progresara. A su vez, el plenario del FA mandató a sus legisladores a tomar una decisión que iba en contra del planteo del presidente.

En los últimos días el aumento de impuestos al agro cuando se trate de propietarios de más de 2000 hectáreas dejó ver alguna nueva contradicción. Mujica quiere un impuesto que el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, no defiende. A su vez, Astori prefiere hablar de “aporte”, y no de impuesto. Por su parte, el senador del Nuevo Espacio, Rafael Michelini, ya hizo público que difícilmente lo obliguen a votar este impuesto.

Referirme al FA como su propia oposición no es más que un modo de entender que en la política no hay grandes verdades. Esto también le pasa al PN, donde las diferencias entre los senadores Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga son cada vez más notorias. El PC logró encontrar la unión en la recolección de firmas para bajar la edad de imputabilidad, pero también afrontó duros debates internos. Mientras tanto, el PI no cuenta con tanta participación como para entrar en contradicción.

Tal parece que cuando se trata de políticos y el modo en que se desempeñan, como te digo una cosa, perfectamente te puedo decir la otra.

3 comentarios:

Mar dijo...

Pero qué pulcritud de planteos.
Muy interesante tu análisis, y hasta con toques humorísticos.

Sigo sin poder oir tu columna radial (entiéndase: mándame un mensaje cuando estés por salir al aire).

Abrazo!

Lourdes Nievas dijo...

Mientras todo siga así, nada avanza.
Creo que si el fte. no reacciona, la bajada los va a raspar a porrazos, me duele decirlo así.
Creo que nadie puede generar dentro del FA un consenso prolijo que guíe la subida. No está lejos el momento en que vayamos también a necesitar un "efecto Rubalcaba" si se pretende seguir gobernando con menos esquizofrenia.

Loly dijo...

Me encanta el blog y lo leo siempre, pero no me gustan la columna de politica que parece de otro blog