martes, 30 de agosto de 2011

El día de la final de El juego de la Oca

Jorge Pérez
Corría el año 1994 y la locación era España aunque yo lo veía desde aquí por la magia de la TV. Aunque no puedo decir que lo vi con mis ojos, sí recuerdo que nunca pude ver la final de El juego de la Oca. Para aquellos que son muy jóvenes El juego de la Oca era un programa bus de entretenimientos conducido por un sujeto llamado Emilio Aragón que siempre será recordado por ser un hombre que usaba esmoquin con championes o según él: “Esmoquin con Tenis”. Además de Emilio (que ahora dicen que dirigió una película) la gente tiraba dados virtuales (poco cristalinos y muy sospechosos) y hacían pruebas en las cuales apostaban pesetas para después quedárselas, siempre y cuando ganaran.
Esas pruebas iban variando desde responder unas preguntas bajo la amenaza de que Flequi te cortara el pelo o mantener las pulsaciones bajas frente al baile de una stripper hasta pruebas que eran más tirando a lo hardcore: subir por un palo enjabonado con 6 rottweillers mostrando los dientes, pasar por un túnel con serpientes (según ellos solo dos eran venenosas) o desarmar una bomba boca abajo a 20 metros del piso (abajo había una piscina en defensa de los productores).
A medida del paso de los programas las pruebas iban complicándose para acaparar mayor rating, es así que se llegó al nivel de que el propio Emilio gritara: “Salta que va a explotar”. Ésa era la señal para que el participante se tirase a la piscina y así no morir.
El cocktail entre ansia de rating y bombas siempre llega a un mismo término, el cual se dio en la final. En primer lugar al participante amarillo le explotó algo y se le quemó la cara. Lo más extraño es que el programa siguió grabándose porque los productores televisivos no saben de karmas o de malos vaticinios.
Sí cortaron la grabación cuando a la participante verde le vino un paro cardíaco en el agua y allí marchó; misteriosamente esa participante había caído en la “casilla de la muerte” aunque a diferencia del juego no pudo volver a empezar (a menos que creyera en la reencarnación y eso).
Obviamente el programa nunca fue emitido especialmente porque nunca se pudo terminar de grabar. Estando en Uruguay no supe por qué nunca transmitieron el último episodio, hasta que pude hablar con un ciudadano español ya que en España no pudieron tapar la información pese a que por un contrato que firmaban los participantes no tuvieron problemas legales.
Como nunca pude presenciar el hecho de primera mano creo que seguir dando datos es faltar a la verdad. Lo único que queda es brindarle un homenaje a aquellos que sacrificaron sus vidas yendo de oca en oca.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente genial!!!

Anónimo dijo...

Simplemente genial!!!

Tatiana dijo...

Evidentemente era mucho peor de lo que yo, con mis 3 o 4 años en ese entonces recordaba. Se que me gustaba el programa, pero no recuerdo porque. Se ve que por alguna buena razón solo guardé todos los episodios en la parte donde les cortaban el pelo, que ademas me aterrorizaba, por lo visto preferia que explotaran con bombas o que se los comiera un perro a que le dejaran cortes estrafalarios a alguien. Llenó espacios vacios de mi memoria, y el final no hubiese imaginado que era por eso. Muy buena la publicación!!!

Mariana Payssé dijo...

Coincido con Tatiana, lo más terrorífico era el peluquero macabro que extirpaba las lindas cabelleras de las mujeres para hacer cortes de pelo ridículos y tortuosos. La música que usaban para su aparición contribuía al temor.

Qué gran recuerdo, sobre todo el de los episodios que sí sucedieron!!

KoLo dijo...

Te acordás de "¿Qué apostamos?". Lo peor que podía pasar era que se bañaran al final del programa. Para pensarlo.

Ruy Ramírez dijo...

Aquellos que dicen que un mal corte de pelo es más recordable que la propia muerte empiezan a tener algo de razón despues de leer los comentarios de tal articulo. Los cuales son más verosimiles que el propio articulo