sábado, 7 de enero de 2012

Del fondo del tiempo otro tiempo

Como el pasado, el presente y el futuro están siempre sucediendo, no viene con una semana de atraso, viene unos segundos adelantado. El tiempo no siempre es lo que miden los relojes.
A 144 días desde mi última aparición en mediorama. ¿Cómo volver un 31 de diciembre?

Pienso, pienso, pienso.....

La manera más sincera de volver que se me ocurre es diciendo:

Nunca me fui pero debo volver, y ahora que no vuelvo ya me estoy yendo.
A esta altura del año (especialmente de éste) siento, como casi todos, la caprichosa necesidad de hacer balance, para saber si fue un año con números verdes o números rojos. A las 19:00 del sábado último día del año meter una reflexión de este tipo es una verdadera tranza, sin embargo aquí va mi intento.
A vos, 2011, te hablo: ¡mirá que me pegaste, loco! Sin duda alguna este fue el año más intenso de mi vida, estuve en la rosca del estudio y el trabajo, de manera tan hostil que en semanas de tomarme un promedio de 7 ómnibus por día, me dormía en los viajes y cada vez que me despertaba no sabía si iba o volvía, no sabía si era muy de noche o muy de mañana, ¡qué sensación fea! Dormir cuatro horas por día durante meses, comer mal, pensar peor y querer como podía.
Este año que vi lados realmente oscuros de gente que nunca sabrá de mi cariño. Este año que se me llevó un amigo para devolverlo a las estrellas. También conocí personas excelentes con las que pude trabajar y aprender mucho, entre ellos los niños de Aeroparque y de Flor de Maroñas, mis nuevos compañeros de trabajo y mi familia circunstancial, mis compañeros de grupo de seminario-taller.
2011, que mientras caminé entre tus brazos cambié de trabajo, empecé a vivir solo, y mi hermosa novia ya no es más mi novia, todo en menos de dos semanas.

¡Qué egoísta volver para hacer catarsis! Pero a decir verdad, tengo que. ¿Por? En las épocas de tomarme muchos buses y dormir poco allá por mitad de año, mi cabeza empezó a funcionar de una manera bastante extraña, pululando semiconsciente era como que todo el universo pasaba por un embudo para disparase contra mi mente. Entonces el pensamiento “el martes a las 19:30 tengo dentista”, se encontraba con el pensamiento “supernova estallando”, y a su vez con el pensamiento “el hijo de puta de Berlusconi” y así con el pensamiento “¿Bicentenario de qué?” y con el pensamiento “perro del vecino que rompe las bolas” y con “gooool de Suarez” y así con millones de pensamientos más. En ese estado de sueño despierto de alguna manera tuve siempre presente esto, Mediorama. Es decir, cuando pude empezar a escribir desde lo que soy, me era más fácil pensar en mi vida escrita pera poder llevarla. Ahí descubrí que éste es un excelente proyecto no sé si para los lectores pero de seguro que lo es para los escritores.
Por eso tenía que (no) volver, alguien tenía que decirte, tu tiempo ha llegado. Ha llegado el tiempo de que dejes de transcurrir para que pases a ser historia. Nunca serás un año más en mi vida pero tengo que alejarme, hacer un reporte de daños, descansar y pararme para recibir a tu hermano mayor con todo.

Sobre el inicio de diciembre escuché esta versión en vivo ahí es cuando comprendí que los años son en realidad un no-tiempo... o un multitiempo quien sabe.


2012, otro año para vivir, esta mezcla de chocar y fluir.

3 comentarios:

Lourdes Nievas dijo...

Qué rápido pasó todo, no? Por suerte el tiempo es como es si no fuera así, estaríamos peor. Lo bueno es que te diste de frente con todo eso y seguís y estás en los umbrales de un nuevo ciclo en el que todo va a salir más que bien porque sabés que tenés esa fuerza de la que capaz abusaste un poco este año... pero siempre hay más, eso es todo lo que sé.

Diego F1 dijo...

Bueno gracias por los datos, se agradece la energía del comentario, demasiadas veces la fuerza viene de los demás.

Mariana Payssé dijo...

Chocar y fluir. Me quedo con esos dos verbos.