lunes, 20 de junio de 2011

El momento Facebook

Maite Domínguez 
En la prehistórica era de la máquina de rollo, los momentos fotografiables eran finitos, ya que también lo era el soporte. A lo sumo tres o cuatro fotos en cada onomástico (una con los abuelos, otra con los papás y otra con los amiguitos), o algún retrato tierno antes del primer día de clases. Cito momentos infantiles porque fue en la niñez donde vivencié la magia de la cámara de fotos. Claro que también los nacimientos, bodas, bautismos, comuniones y otros sacramentos han sido objetos predilectos del signo fotográfico. 

El “momento Kodak”, como suele denominarse a todo evento digno de retratarse, surgió como estrategia publicitaria de dicha marca para volver necesaria la cámara de fotos en la masa consumidora. Había que inculcar en las familias el valor de esos instantes que podíamos salvar de lo efímero gracias a este extraordinario dispositivo lumínico, inventado tantas décadas antes. 

Las familias promedio empezaron a acumular portarretratos sonrientes sobre la chimenea. Quién no conserva álbumes polvorientos apilándose en el rincón de algún armario, esperando que alguien los abra para despertar escenas multicoloridas en la memoria. 

Llegó la era digital, y con ella la posibilidad de sacar y sacar fotos sin agotar más que inmateriales bytes en la tarjeta de memoria (otra memoria, claro, esta vez electrónica e informática). Cualquier momento es válido para posar ante el flash, desde darle de comer a la mascota o pelar una cebolla hasta pasarse la planchita antes de salir. 

Con la reciente expansión de las redes sociales internáuticas, sobre todo con el auge descomunal del Facebook, esas fotos digitales que reposaban en los discos duros del ordenador empezaron a adquirir visibilidad social, y por lo tanto un nuevo sentido tanto en su recepción como en su creación.

Maite Domínguez
Los álbumes fotográficos ya no se reservan al ámbito privado: ahora se trata de que todo el mundo (literalmente) vea cada uno de esos momentos donde debemos mostrar la mejor “face”. Una comida entre amigos, una sensual autofotografía ante el espejo del baño o unos dedos rasgando la guitarra se convierten en los tópicos deseables para esparcirse en imágenes por los laberintos de Red. 

Los “momentos Kodak” se registraban. Los “momentos Facebook” se producen. Toda la escena a fotografiar se vive, se diseña, se fabrica pensando en la foto que ha de tomarse y que luego han de mirar miles de ojos que podrán juzgarnos. La previa del primer día de escuela es desplazada por la previa de cada viernes a la noche, con la finalidad conquistadora de conseguir adeptos nuevos (amigos facebookianos) para la cita del sábado. El momento Kodak busca rescatar los instantes del olvido. El momento Facebook está hecho para conquistar más instantes fotografiables en el futuro. 


Ya no brindamos en los cumpleaños por la alegría de brindar: mantenemos congelado el choque de vasos para que alguien presione el bendito botón de su celular y lo suba inmediatamente a su página. Facebook es una de las palabras que más se escucha en los festejos. Momentos e imágenes genuinamente producidos para ser intercambiados, comentados y “me-gustados”, para hacer nuevos amigos que aparecerán en las fotos que publiquemos sobre nuestro próximo cumpleaños. 


Es cierto que miles de usuarios de las redes sociales y las cámaras digitales siguen fotografiando momentos sin pensar ni en Kodak ni en Facebook, por el mero placer que produce estampar nuestra imagen y reunir a quienes queremos en el espacio imperecedero de un rectángulo icónico. Pero aun cuando no se trate de productores extremistas de momentos, es interesante reflexionar sobre la compleja noción de “compartir” los álbumes, lo cual ha trastocado para siempre el ya arcaico concepto del álbum familiar, íntimo, donde los momentos rituales en la historia personal se van tiñendo del color amarillento del nylon protector, donde cada rostro es un tesoro para revivir y conmoverse, donde deambulan las fantasmagorías de los abuelos en vez de los escotes y cervezas de las noches sabatinas. 

5 comentarios:

FLACA dijo...

Muy buena la caracterización de momentos Kodak y momentos facebook. Explica un poco algo que me ocurrió hoy cuando cambié la foto de mi perfil. Gente que hace más de treinta años que no me ve me dice que estoy "linda". Yo ya sé que estoy cada vez más fea, pero lo que ellos ven lindo es que encontraron en esa foto mi risa verdadera, que es la misma de hace treinta años. Nada de pose, un gesto definidor.

maite dijo...

Gurisa, me encanta como usted escribe! me encanta leer sus reflexiones acerca de las cosas... Me siento honrada de que dos fotos q yo saque fueron elegidas para acompañar tus reflexiones. Justo ayer me pase como tres horas mirando imagenes guardadas en cds, carpetas de las q solo una o dos fotos fueron impresas, o subidas al faceboock y entonces solo esas fueron vistas y comentadas... Mire las otras...las dejadas de lado, las q no ilustraban tanto, las que alguno quedo con ojos cerrados o con cara fea... y descubri otras cosas vividas...

Mariana Payssé dijo...

Gracias por ambos comentarios, de dos personas por quienes tengo un cariño especial.

Flaca: Por suerte, a veces también es esa naturalidad es la que hace que las fotos se vean con ojos renovados.

Maite: El honor es para mí. Buscaba las fotos por el nombnre de objetos que necesitaba, y no podía creer que todas eran tuyas (incluso una de una muchacha con cámara que quedará para otra ocasión). Estamos conectadas!!

Lourdes Nievas dijo...

totalmente de acuerdo con vos, además de elogiar como siempre el modo en el q lo expresás.

m tiene medio cansada cortarla pa'la fotito para el face o q estés en una reunión y q la gente lo revise con el cel mientras se conversa en grupo o se cambia la música, m da muy cualquiera. ESA GENTE NO TIENE CLASE, he dicho. ya se lo manifesté al par de amigas q lo hacían el finde pasado. Con el laburo q da juntarse!

luliexperiment dijo...

hola! me gustó este post, lo veo como muy personal y a la vez con un análisis muy acertado, creo que actualmente se vive para la ilusión unicamente, solo se quiere ver el momento después y no vivirlo, es como querer ver la vida de uno y de los demás desde afuera, como una espectacularización de nuestra existencia, que guarda, cre, para la intimidad momentos vacíos o de previa construcción de lo que luego será el momento facebook, la vida con la muerte previa...porque a diferencia del face to face en el facebook hay muchas cosas super pasivas para decir, pero no para conversar o comunicarse sino para adjetivar banalmente la estética o la interpretación de la persona (q aun estando en la foto) disfruta de hacer, una especie de revivir lo que no pasó (porq todo fue para la foto de facebook) y de reinterpretar la experiencia vivida(si es que la hubo, en gral son amebas superproducidas sacandose fotos pero cero interacción..) bueno me colguè jaja
q horror ceo q no puse ni un punto
besoss