Ruy Ramírez |
Hace poco ha comenzado ( y ya esta por terminar) el festival de invierno de la cinemateca (cinemateca son esas salas de cine con sillas incómodas, “pseudointelectualoides” en pantuflas, viejas “comebizcochos” y una selección de películas meditada). Sé que no es el festival propiamente dicho, pero nunca es un mal momento para ver filmes que uno normalmente no vería.
La cuestión es: ¿cómo elegimos un filme para ver del cual no tenemos idea? Pues cada uno tiene una batería de prejuicios para seleccionar esos títulos en azul que aparecen en el librillo naranja de cinemateca. A partir de ahora algunos preconceptos míos.
Criterios generales
Duración: Mientras más breve mejor, no es lo mismo comerse un bodrio de tres horas a uno de hora y media.
Subtítulos: Si tienen subtítulos digitales bájenle la puntuación. Son incómodos, se desincronizan y están afuera de la pantalla, se trancan y por todo esto te enojan.
Soporte: No solo es la diferencia de calidad lo que hay entre lo filmado en 35mm y lo digital. También la diferencia se da en que cuando aparece una cinta en fílmico significa que ya anduvo por la vuelta en otros festivales y por lo tanto tiene varias aprobaciones. En cambio algo en digital puede llegar de cualquier manera y sin mayor criterio.
Nacionalidad: Esto es más complicado y depende del gusto propio pero hay ciertos parámetros generales sobre los que no voy a explayarme (pero existen). Quedémonos con esto. Por la positiva: Estados Unidos, República Checa, Rumania, Sudeste Asiático, Brasil (siempre y cuando no sea en un focus). Por la negativa: España, Irán, India, Italia. Francia y Argentina entran en una categoría propia de “extremadamente peligrosa”.
Recomendaciones (obviamente no vi ninguna, me llevo por los prejuicios, por mi séptimo sentido y por un espíritu lúdico)
Todos mienten[1]: Una argentina de un tal Matías Piñeiro (trajeron muchas pelis de este sujeto). Puede llegar a ser interesante ya que la reseña connota un estilo similar a Sábado[2] o Como un avión estrellado[3]; una película sobre la incomunicación es interesante. Además dura 75 minutos, breve es bueno.
Matchmaking Mayor[4]: Un documental sobre la emigración del campo a la ciudad. El librillo dice que tiene un vínculo a la comedia que siempre es algo importante para que estos documentales no sean un bajón. Lo más interesante es que es una colaboración de la Republica Checa y Eslovaquia (estos sujetos saben de dicotomías y especialmente saben hacer documentales).
Bucharrestless[5]: Un documental rumano que se presenta algo así como el hombre y la cámara pero de la decadente Bucarest actual. No tiene diálogos, que puede ser peligroso, pero le tengo fe en aspectos técnicos y estructurales.
Cracks de Nácar[6]: Una de dos viejos hablando de cuando jugaban fútbol de botones en la infancia. Para mí es una gran candidata a ser un tremebundo embole y presiento que si la veo (cosa que no voy a hacer) me van a dar ganas de poner un juego de fútbol en el Playstation.
Hogar dulce hogar[7]: Es la única uruguaya y nos muestra a gerontes españoles de una casa de ancianos que con Nostalgia recuerdan cuando eran felices. No sé usted, pero para mí tiene todo para ser 56 minutos de una tortuosa pérdida de tiempo.
Flamenco, Flamenco[8]: Creo que con decir que es un filme de Carlos Saura es suficiente y es de lo que viene lo único con la chapa de consagrado.
[1] PIÑEIRO, Matias (2009) Todos mienten
[2] VILLEGAS, Juan (2001) Sábado
[3] ACUÑA, Ezequiel (2005) Como un avión estrellado
[4] HNÍNKOVÁ, Erika (2010) Matchmaking Mayor
[5] DORONBANTU, George (2011) Bucharestless
[6] DIELEKE, Edgardo, CASABÉ Daniel, (2011) Cracks de Nácar
[7] VIERA VIGNALE, María (2010) Hogar dulce Hogar
[8] SAURA, Carlos (2010) Flamenco, Flamenco
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