¿A ustedes les molesta que entre los medios periodísticos se peleen todo el tiempo para conseguir una primicia? A mí no.
Si bien es un terreno delicado, en donde en más de una ocasión se puede caer en el error de anticipar una información sin confirmarla, en definitiva, quien más goza de todo este debate es el lector, escucha o espectador: el consumidor de la noticia (“CN” de aquí en más).
El CN es el destinatario final, por quien se trabaja y quien demanda la información. Toda noticia debe tener un CN, es uno de los requisitos básicos a la hora de seleccionar la información a publicar. Debe haber un interés social detrás.
En la interna, los periodistas nos preocupamos por difundir las noticias más interesantes. Evidentemente el fenómeno del “rating” también entra en juego (no soy ingenuo ante ello), pero no siempre es él quien elige las noticias. Entonces, podemos destacar dos hechos: uno referente a difundir la información que más interesa, y otro que implica hacerlo antes que los otros medios. ¿Orgullo?, puede ser. En ese juego hay alegrías y amarguras, el medio puede llegar, incluso, a descartar la difusión de un material que llevó mucho tiempo de trabajo, con tal de difundir la noticia más interesante o menos conocida antes que otros.
Por eso me permito decir: déjenos las decepciones a nosotros, los periodistas (honestos, merecedores de un Pulitzer, vendidos o amarillistas). Ustedes critiquen, claro está, pero también disfruten de esta competencia por la noticia. En ese camino, saltan actos de corrupción, se informa de paros en el transporte o simplemente se difunde un espectáculo musical. En fin, la información llegará al CN.
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